Abolir la familia Un manifiesto por los cuidados y la liberación
¿Y si la familia no fuera el único horizonte posible, ni siquiera el más deseable? Este libro se propone algo impropio: cuestionar la familia. Ciertamente, para aquellos que tienen suerte, las familias pueden estar llenas de amor y cuidado pero, para muchos otros, son lugares de dolor, de abandono, de negligencia e incluso de abuso y violencia. De hecho, se sabe que la mayoría de los abusos se dan en la familia. Pero incluso en las llamadas familias felices, el trabajo no remunerado y no reconocido, que se necesita para criar a los hijos y cuidarse unos a otros, es interminable y agotador. Para Sophie Lewis las cosas podrían ser, sin duda, de otro modo. Y por eso se propone defender esta «infame propuesta»: abolir la familia.
En esta dirección, Lewis rastrea la historia de las demandas abolicionistas de la familia, desde el socialismo utópico de Charles Fourier hasta el Manifiesto comunista y los escritos de la bolchevique rusa Alexandra Kollontai; desde la política antifamilia, tan característica de la década de 1960, en feministas radicales como Shulamith Firestone y los homosexuales progresistas, hasta los marxistas queer del siglo XXI. La conclusión no deja de ser radical: solo pensando más allá de la familia podemos comenzar a imaginar lo que podría venir después.
¿Y si la familia no fuera el único horizonte posible, ni siquiera el más deseable? Este libro se propone algo impropio: cuestionar la familia. Ciertamente, para aquellos que tienen suerte, las familias pueden estar llenas de amor y cuidado pero, para muchos otros, son lugares de dolor, de abandono, de negligencia e incluso de abuso y violencia. De hecho, se sabe que la mayoría de los abusos se dan en la familia. Pero incluso en las llamadas familias felices, el trabajo no remunerado y no reconocido, que se necesita para criar a los hijos y cuidarse unos a otros, es interminable y agotador. Para Sophie Lewis las cosas podrían ser, sin duda, de otro modo. Y por eso se propone defender esta «infame propuesta»: abolir la familia.
En esta dirección, Lewis rastrea la historia de las demandas abolicionistas de la familia, desde el socialismo utópico de Charles Fourier hasta el Manifiesto comunista y los escritos de la bolchevique rusa Alexandra Kollontai; desde la política antifamilia, tan característica de la década de 1960, en feministas radicales como Shulamith Firestone y los homosexuales progresistas, hasta los marxistas queer del siglo XXI. La conclusión no deja de ser radical: solo pensando más allá de la familia podemos comenzar a imaginar lo que podría venir después.
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