El algoritmo paternalista Cuando mande la inteligencia artificial
En 1999, dos psicólogos idearon el experimento del gorila invisible. Grabaron a dos equipos de jóvenes mientras se pasaban un balón. Después pidieron a un grupo de personas que visionaran la grabación y que contaran los pases. Más de la mitad no se percató de que una persona disfrazada de gorila aparecía por un lado, caminaba hasta pararse en el centro, se daba unos golpes en el pecho y desaparecía por el otro extremo… No vemos la realidad, aunque la tengamos ante nuestros propios ojos.
Anhelábamos máquinas públicas que nos sustituyeran en las tareas sucias, aburridas o peligrosas. Para cuando nos hemos dado cuenta, una inteligencia artificial privatizada decide en juzgados, hospitales y ministerios. En el Algoritmo Paternalista, Ujue Agudo y Karlos G. Liberal rastrean el mito del progreso tecnológico en las profundidades de la historia y recorren a vista de pájaro los límites de la inteligencia humana (sesgos, heurística). A continuación, se detienen en los goznes de la comunicación manipuladora, hoy insertos en una matrix que, afirman, está crecientemente bajo control de máquinas antidemocráticas.
El capitalismo ha decidido que las imperfecciones del ser humano son un obstáculo para su civilización, pero no que la riqueza deba repartirse mejor. Por eso, el algoritmo aumenta los flujos del capital pero no las rentas del trabajo. Urge cambiar el sentido de la historia, pero primero hay que entender qué está pasando.
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