El futuro es local Pasos hacia una economía de la felicidad
La globalización no tiene futuro. En todas las regiones del mundo, está surgiendo un movimiento de localización para recuperar el control sobre las propias economías, una vía que está reconstruyendo los vínculos en comunidades que el capitalismo ha fracturado o dañado. En la vanguardia de este movimiento inspirador que favorece la autonomía y la diversidad se encuentra la creación de sistemas alimentarios locales, basados en la ecología y la soberanía alimentaria. Hay también otras tendencias claras en finanzas, educación, energías renovables, gobernanza y mucho más. El futuro es local se encarga de hilar —y hacer compatibles— estas dos luchas, la resistencia ante los mercados globalizados y desregulados y la del florecimiento de las ‘economías de la felicidad’ a nivel local. Un libro escrito por Helena Norberg-Hodge, co-fundadora de la entidad Local Futures, organización que hace 40 años que trabaja para la localización. El ensayo incluye una introducción de Jesús Iglesias Saugar que repasa iniciativas locales en el Estado español.
«Observemos un ser vivo, mi cuerpo, el de usted, cualquier organismo vivo. ¿Cómo funciona? ¿De qué está hecho? Está hecho de millones de células, cada una de ellas un pequeño ser vivo, capaz de producir su propia energía, capaz de gestionar sus propios residuos. Es decir, un ser vivo que controla su propia economía. Y así deberían de ser las economías en nuestro planeta, la suma de millones de pequeñas comunidades sostenibles, autónomas, que gestionan sus propios recursos, que gestionan sus propios residuos».
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