El manifiesto comunista
«Un fantasma recorre Europa,
el mundo.
Nosotros le llamamos camarada.»
— Rafael Alberti
Las cuatro décadas que siguieron a la caída del Muro de Berlín afianzaron una versión moderna y neoliberal del capitalismo global. Este triunfo fue tal que hasta la propia palabra «capitalismo» cayó en desuso ante la ausencia de alternativas políticas creíbles. No obstante, el estallido de la primera gran recesión del siglo XXI ha vuelto a colocar los problemas que genera este sistema en el centro de los debates. La obra del más fiero de sus críticos, Karl Marx, ha vuelto a ocupar el lugar que merece en la historia intelectual.
Escrito en 1848 con el objetivo de intervenir en el nacimiento movimiento obrero, este opúsculo mantiene gran parte de su fuerza y su vigencia más de 150 años después. Esta nueva edición se enriquece con las aportaciones de la gran ola movilizadora, articuladora de pensamiento y transformadora de la realidad existente en los últimos años: el feminismo.
Como argumenta Verónica Gago en el prólogo, hoy las mujeres se encuentran en un grito común que, de algún modo, traduce y reinventa las últimas líneas de este manifiesto. «Proclamamos abiertamente la revolución política y existencial porque no queremos perder nada más». Mientras, Silvia Federici aclara que es en el terreno de la reproducción donde se han limitado las oportunidades para reconstituir el tejido social de forma más solidaria, «para transformar nuestros espacios, nuestras casas y nuestros barrios en lugares utilizados no solo para la reproducción de la vida, sino para la resistencia y la construcción de nuevas formas de sociabilidad».
Comentarios 0 Comentario(s)