El mito bolchevique
En 1919, Alexander Berkman, Emma Goldman y otras 247 personas (socialistas, anarquistas, sindicalistas...) son deportados desde los Estados Unidos de Norteamérica a la Rusia revolucionaria. Llegarán cargados de ilusiones y dispuestos a dar lo mejor de sí mismos para ayudar a crear el paraíso de los trabajadores. Pronto descubrirán el lado oscuro de ese paraíso: la revolución se autodevora. Burocracia y represión se dan la mano para acogotar los últimos vestigios revolucionarios.
Berkman nos relata, no solo su periplo por toda la geografía de la cambiante Rusia de los años 20, desde Moscú a Siberia atravesando Georgia, sino también su catarsis personal pasando de un apoyo sin fisuras a los bolcheviques y su proceso revolucionario a su frontal oposición a un sistema que, tras el aura de emancipador, en realidad escondía un incipiente régimen basado en la arbitrariedad, los privilegios personales, la creación de una casta privilegiada entre los miembros del partido y un ataque furibundo a cualquier muestra de libertad. Este testimonio excepcional, por primera vez traducido al castellano, nos pinta un cuadro inédito de la Revolución rusa justo antes de la insurrección de Kronstadt de 1921, verdadera muestra de la locura bolchevique y aldabonazo en las conciencias revolucionarias del momento; Alexander Berkman, con una clarividencia excepcional, prevé y argumenta la deriva totalitaria y criminal de la que fue llamada durante mucho tiempo "la patria de los trabajadores".
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