Escritos libertarios
En 1946, en París, Georges Brassens cultivó la amistad con algunos activistas anarquistas de su barrio, en concreto con el pintor Marcel Renot y con el poeta Armand Robin (de quien en Pepitas publicamos el maravilloso libro La falsa palabra), y estos encuentros decisivos, sumados a la lectura de algunos clásicos libertarios —Bakunin, Kropotkin y Proudhon, entre otros—, lo llevaron a involucrarse en el movimiento anarquista y a colaborar activamente durante unos meses en Le Libertaire, el órgano de la Federación Anarquista, y también, ocasionalmente, en el boletín de la cnt en Francia. En Le Libertaire, Brassens ejerció de corrector y secretario editorial, además de redactar numerosos artículos. En ese momento —estamos en 1946-1947—, los artículos del periódico no aparecían firmados o aparecían bajo seudónimo. Se sabe a ciencia cierta que Brassens firmó como Geo Cédille y como Gilles Colin, y aunque por el contenido y el tono hay otros muchos escritos que intuimos son de Brassens, sería presuntuoso afirmarlo y atribuírselos con certeza. Estos escritos libertarios, como sus canciones, son un canto contra los gendarmes y los militares, contra el parlamentarismo y los políticos, contra la religión y el dinero, contra todas las formas de esclavitud e hipocresía humanas.
Comentarios 0 Comentario(s)