Hans Blaer: elle
En una casita de madera, en un lugar sin nombre en algún sitio más allá de las rotondas de Mosfellsbær está Hans Blær Viggósbur sentado a la luz de una vela, como un malhechor cualquiera del siglo XIX, escapando de la policía. Ha sido acusado de administrarle opiáceos a una joven en su centro de acogida para víctimas de violación. Hans Blaer es elle porque es transexual e intersexual, y también es un polémico trol de los medios de comunicación. se dio a conocer cuando aún era Ilmur Þöll, una chica que había nacido con micropene (o macroclítoris), y que en su programa de radio ridiculizaba a sus invitados y arremetía contra la homosexualidad, los transexuales y el feminismo. Tras el eco mediático, Ilmur se aumentó los pechos y empezó a administrarse hormonas masculinas y femeninas para reforzar su doble naturaleza sexual. Así nació Hans Blaer y, después de él, su centro de acogida.
Esta poderosa y osada novela cuenta las 24 horas de huida de Hans Blaer en las que este, además de esconderse, aprovecha para anotar y recopilar múltiples reflexiones íntimas sobre su vida y la de su madre, y sobre el sexo no normativo. Una gran ficción hipercontemporánea que desarrolla con detalle y ecuanimidad el proceso de aceptación —o no— de una persona cuya identidad sexual está más allá del feminismo, la teoría de género y el movimiento LGTBI.
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