Los consejos obreros
EL COMUNISMO DE CONSEJOS es una forma de autogobierno que dinamita las formas de gobierno previas. Pannekoek consideraba que el comunismo no podía ser otra cosa que un proceso revolucionario que condujera a una democracia radical unida a la colectivización de los medios de producción. Los consejos obreros son asambleas creadas para autogestionar una empresa, ya sea una fábrica, un campo, un taller, etc. Y constituyen la forma más simple y más radical de poder obrero: los trabajadores se apoderan de la empresa y la hacen funcionar por sus propios medios. Pero los consejos no se contentan con esto, aspiran a la ‘gestión directa’ de toda la economía nacional y rechazan la explotación y el autoritarismo. Manteniéndose profundamente impregnados del ideal socialista de justicia social, concuerdan en reaccionar contra las desviaciones burocráticas y centralistas del socialismo estatal.
El consejismo se remonta a la Comuna de París, pero se expresa por primera vez en su forma final en los acontecimientos revolucionarios en Rusia de 1905, allí fueron llamados ‘soviets’ y tuvieron un papel fundamental para el triunfo de la Revolución rusa. Sin embargo, pronto fueron cooptados y después suprimidos por el Estado, convirtiéndose en parlamentos al estilo burgués. Durante los primeros años, Pannekoek dio un apoyo crítico a los bolcheviques, expresó dudas sobre las tendencias autoritarias del leninismo y contrapuso la autonomía proletaria como alternativa al partido de vanguardia. Se enfrentó abiertamente al reformismo, criticó el carácter burocrático que fue adquiriendo la Revolución rusa y denunció la domesticación del proletariado.
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