«Plantar blancos» Crónica del (neo)colonialismo francés
Aimé Césaire recuerda en su Discurso sobre el colonialismo dos características intrincadas del capitalismo que ya habían mencionado anteriormente Marx y Lenin: su carácter competitivo y su tendencia a expandirse en nuevas zonas geográficas, es decir, su tendencia a la globalización.
Las masacres de la conquista, el sometimiento a la esclavitud y las epidemias traídas por los europeos provocan un auténtico genocidio. Rápidamente la necesidad de mano de obra lleva al crimen contra la humanidad que es la trata de personas esclavas.
Saïd Bouamama tiene una impronta no-europea, no «occidental», la impronta del Otro, pero conoce y comprende perfectamente la cosmovisión de la modernidad ilustrada eurocéntrica capitalista liberal. Por eso en estos relatos de la historia actual de las colonias francesas logra quebrar las defensas de nuestro «sentido común». Lo consigue a través de la gestión de unos potentes silencios que combina con datos, argumentos y hechos. Así, abre quirúrgicamente nuestra muralla mental ilustrada y modernista, y pone a descubierto nuestro eurocentrismo universalista que no solo nos impide ver la realidad de la existencia de otra parte de la humanidad, sino que nos niega la comprensión de nuestra complicidad actual con el neocolonialismo, sea este francés, español, anglosajón, europeo… o vasco.
La lucha internacionalista, anticolonialista y antiimperialista debe ir a la par de la lucha ideológica cuyo objetivo estratégico es la derrota del propio eurocentrismo comenzando por el eurocentrismo progresista y de «izquierdas».
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