En los rescoldos de un México revolucionario

A pesar de la apatía y falta de entusiasmo provocadas por la maldita guerra del 36, pero hastiado ya de su vida en la gran ciudad, Campián, exiliado, pintor y artista con ribetes anárquicos, decide partir al norte, al México alucinante, misterioso, indómito aún, mágico y majestuoso, con sus montañas de acero y valles de chaparrales interminables… Una tierra que va dejando atrás los agitados días de la revolución y la insurrección armada. Allí llegará el protagonista de esta novela, a una hacienda solitaria y lejana, amenazada por los anhelos del pueblo levantado, por los sueños de la masa implacable y cada vez más numerosa que exige su derecho a la tierra. Y allí encontrará un pequeño mundo de extrañas vidas, como si un profundo secreto se encerrara en él. Desde la ficción literaria, pero de un modo realista, político y humano, Belaustegigoitia nos acerca a la esencia de un paisaje y un paisanaje únicos, al México postrevolucionario… y a sus acuciantes e irresueltos problemas.

Dos hilos de los que hemos ido tirando estos últimos años se unen en la obra que ahora presentamos: el afán editorial por devolver a los anaqueles de casas y librerías a autores vascos postergados por la historia y por su propia tradición literaria y política, como Ramón Belaustegigoitia. Y poner en valor y acercar a estas tierras la vasta producción literaria en torno a la Revolución mexicana. La sombra del mezquite cumple con creces estos dos cometidos.

El autor

Ramón Belaustegigoitia y Landaluze (1891, Laudio  - 1981, Madrid). Además de jugar en el Athletic de Bilbao durante cinco temporadas, se licenció en Derecho y amplió sus estudios en Londres, donde trabajó como corresponsal durante la Primera Guerra Mundial. Tres de las constantes de su vida fueron su interés por otras culturas, su preocupación por los problemas de la tierra y su ideología nacionalista vasca, defendiendo la recuperación de la plena soberanía que había disfrutado el pueblo vasco hasta 1839, la cooficialidad de euskera y castellano, el desarrollo de la universidad vasca, una sociedad interclasista, una Iglesia nacional y la autonomía administrativa, concibiendo a España como una confederación de naciones. Viajó por Europa, América y Asia. Recaló, en 1925, en México, donde regentó un rancho y puso en práctica sus conocimientos agrícolas. Al estallar la guerra del 36, se encontraba en el Estado español y plasmó sus experiencias en la novela Euzkadi en llamas (1938). A partir de ese momento permaneció exiliado en México hasta 1974, escribiendo obras como La sombra del mezquite, El valle inexplorado, La gran aventura, La novela de un retrógrado y La balada de la paz. En el exilio, Belaustegigoitia continuó siendo un militante activo del PNV, colaborando junto a sus  hermanos Francisco y José María en el Centro Vasco de México.