Motín en la residencia | Ahoztar Zelaieta

Motín en la residencia

Dos ancianos de una residencia llevan tiempo compartiendo un sueño que mantienen oculto a sus familiares y a la dirección del centro: crear una cooperativa para constituir una residencia autogestionada y para ello van a contar con la ayuda de una gerocultora en la que confían. Su proyecto sumará adeptos entre varios residentes que formarán un grupo de amotinados, pero en su periplo padecen trágicas muertes y colosales decepciones. Pese a las adversidades, los dos ancianos desarrollan una sorprendente historia de amor y albergan esperanzas alimentadas por algunos cómplices en su plan de fuga.

Con el inicio de la pandemia, confinados sin poder recibir visitas y angustiados por la incidencia del coronavirus en las residencias, se empeñan en acelerar los planes del motín contra los propietarios de las fábricas de ancianos. Así comienza una odisea que les lleva a identificar a los grandes grupos del sector en el Estado español implantados también en Hego Euskal Herria, grupos dirigidos por fortunas extranjeras y españolas, empresarios de la corrupción y opacos fondos buitre. Consiguen información en torno al proceso de privatización de las residencias en la CAV y Nafarroa, un negocio que mueve varios cientos de millones de euros. Además, en el «oasis vasco» descubren la existencia de una red de residencias gestionadas por empresas conectadas a excargos del PNV, una red clientelar bien relacionada con la patronal de las residencias y con la administración pública.

A través de una cómplice gerontóloga que trabaja en varias residencias, el grupo de ancianos conoce el trato de favor a residentes VIP, familiares de personalidades relevantes y enchufados de la casta política o de la patronal. Los ancianos también se informan sobre la explotación laboral que sufren las gerocultoras desde una perspectiva feminista y de clase trabajadora, sin olvidar a las trabajadoras de limpieza y comedores, conductores de ambulancias… Además, entablan relaciones con asociaciones de familiares de residentes, movimientos de pensionistas y representantes de sindicatos cuyas denuncias son objeto de interés de Ararteko, Defensor del Pueblo de Navarra, Fiscalía y diversos partidos políticos. Y finalmente contactarán con personas integradas en proyectos alternativos al actual modelo de residencias.

En las residencias, los ancianos son como tornillos, parte de una cadena de producción.
Aris Tomé, trabajadora de una residencia de Gipuzkoa