Cuentos crueles del país de los vascos Hadas, madrastras, brujas y dragones
Y a pesar de todo, con final feliz. Los personajes de estos cuentos están dentro de cada niña o niño; todos los personajes son aspectos de su personalidad, que madura trabajosamente. El corazón de cada niño lucha contra los seres malvados y busca ayuda en los benignos. Es una lucha cruel, a vida o muerte. Por eso son crueles estos cuentos. Pero no lo son en un sentido moral, sino en el del despertar de la conciencia.
El niño va descubriendo que proviene de una madre y de un padre, sean quienes sean los que cumplen dichos papeles en su vida; halla dentro de sí el reflejo de su madre y de su padre, y su sueño es casar ambos reflejos para siempre, con el fin de afianzar su personalidad y emprender valientemente la aventura de la vida.
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