La insurrección armada
La insurrección armada se publicó bajo el nombre de A. Neuberg, un seudónimo que encubría los nombres de militantes de la Internacional Comunista, como Togliatti, el general Unschlicht, Hans Kippenberger, el general Tujachevski, Ho Chi Minh.
La insurrección armada de Neuberg contiene un método de análisis de las prácticas insurreccionales que permite trascender a su limitado objeto concreto para profundizar en la praxis revolucionaria actual en la que las diversas formas de insurrección deben ser vistas como un proceso complejo, diversificado, interactivo y sistémico, como ya se sabía desde mediados del siglo XIX y ha quedado confirmado durante todo el siglo XX y lo que llevamos de XXI. Algunos de los puntos fundamentales de este método se centran en la importancia insustituible e imprescindible de la moral de lucha, de la teoría, de la estrategia, de la toma del poder de Estado, de la organización revolucionaria de vanguardia, de la política de alianzas, de la interacción sabia y oportuna de todas las formas tácticas de lucha, etc.
La moderna ideología reformista, polifacética y multiforme, nos dirá que ya no vivimos en la misma sociedad capitalista, que la insurrección es algo pasado de moda, que ahora la lucha avanza por otros derroteros. Pero la realidad es muy tozuda y la lucha de clases aparece con toda su crudeza en momentos como los actuales, por ello hemos de tener presente que la insurrección es un proceso global complejo y multiforme en su inicio, que va concretándose a la vez que asciende, y que es consustancial a la lucha de clases.
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