No sin nosotros. Los días del terremoto 1985-2005
Tras el temblor de 1985 las "autoridades" del Gobierno mexicano sufrieron de un marasmo, sumidos en su propia estructura burocrática no pudieron reaccionar ante la inmensidad de la catástrofe; su impulso primario fue la negación, disminuir el número de muertos, acordonar las zonas afectadas, demoler los escombros y rehacer la vida como si tal cosa. El pueblo de México, en su dolor y desesperación hubo de tomar las riendas. Los rescatistas improvisados de arrastraban entre toneladas de concreto y acero retorcidos, oliendo, escuchando y arriesgándose en busca de sobrevivientes... mientras que el ejercito mexicano, que nunca ha oído de Nüremberg se contentaba con cercar edificios, impedir el paso y prepararse para la demolición... en otras palabras con seguir ordenes...
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