Sueños
Itziar Okariz apunta lo que sueña inmediatamente después de despertarse. Escribe rápido el recuerdo de las imágenes que aún conserva. A veces, las dibuja o hace un esquema. «Transcribir los sueños fue —y aún es— un sistema para producir palabras propias». Palabras que son herramientas de trabajo, material que está en la base de sus performances de los últimos años, estructuradas en la voz, la sustracción de elementos y la repetición.
Todos soñamos, todos reconocemos las historias y las imágenes; es una acción inevitable y compartida, como respirar, como mear. Una acción física que, a su vez, también es una construcción cultural y social.
Sueños reúne todos los textos de estas performances y va más allá: se adentra en el cuaderno no verbalizado de la artista, en sus sueños no leídos, no oídos, en sus últimos sueños e, inevitablemente, en sus últimas pesadillas. Juntos componen un libro de una fuerza poética inesperada, la entrada al universo de Itziar Okariz: referencias, familia, amigos, entorno artístico, ciudades, trabajos, tumulto, vacíos.
Estos sueños podrían ser diarios, podrían ser cartas, podrían ser poemas, podrían ser dibujos o partituras. Son solo sueños. Material que se revela escritura.
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