Cicatriz (en la matriz) | Breve historia del grupo · Jakue Pascual
En la primera parte de Movimiento de resistencia', Jakue Pascual analiza el contexto social de los años 80 para explicar la llegada del punk a Euskal Herria. El libro incluye una cronología con todos los conciertos, discos y maquetas del punk de la época, así como un actualizado y extenso anexo con la historia de todas las bandas vascas de referencia. Reproducimos aquí la entrada dedicada al grupo Cicatriz.
Cicatriz fue una banda de rock & roll y punk formada en 1983 en la experimental Unidad de Desintoxicación del Psiquiátrico de Las Nieves. Originariamente se autodenominan Cicatriz en la Matriz y lo componen las voces de Natxo Etxebarrieta y Mariela Arroniz (La Poti), la guitarra de El Pescadilla, Manolo al bajo y Toñín a la batería.
Tras los primeros memorables y sonados conciertos en bares de la ciudad, Toñín abandona y le sustituye Pedro Landatxe, procedente de Los Freaks; un grupo del que apenas existe información, pero que -según el parecer del propio Toñín- son los “pioneros de la movida punk en Vitoria”; una banda que -según explica- producía una especie de aleación “entre lo rockabillero romántico y el punk”. Este no será el único cambio en Cicatriz, ya que seguidamente La Poti y Natxo cortan la relación y salen esta y El Pesacadilla del grupo, sustituyéndoles Pakito Rodrigo y José Arteaga (Pepín). Con esta salida, "La Matriz" desaparece del nombre.
En 1985 incorporan tres temas al mítico “Disco de los 4”, el recopilatorio compartido editado por Soñua en 1985 con Kortatu, Jotakie y Kontuz Hi!, en el que insertan tres bombazos sónicos que serán ampliamente celebrados por las hordas del RRV: “Escupe”, “Cuidado burócratas” y “Aprieta el gatillo”. El 22 de junio del mismo año, y junto con Hertzainak, telonean a los Angelic Upstarts en la plaza de toros de Vitoria. En 1986 graban “Inadaptados” con Oihuka, con toques muy próximos al Oi! (un estilo de rock político y barriobajero que aleaba el movimiento punk con el redskin y que contaba, entre otros muchos, con grupos como Sham 69, 4 Skins o Cockney Rejets o Kortatu) que en aquel momento comienza a expandirse por Euskal Herria. “Inadaptados” es uno de los elepés que hoy podemos considerar clásicos de los producidos en aquella efervescencia juvenil, social y rockera.
Pero los Cicatriz rehúyen las etiquetas y, en la revista Muskaria (nº 28 de verano de 1986), Natxo comenta: “Nos metieron en la movida skin porque se llenaba el escenario y cantábamos entre todos, por ser unos broncas y unos borrachos, pero los skin nos la sudan”. Sacan un clip con el coreado tema “Esto saldrá bien”, pero la adicción a la heroína de algunos de los miembros impone una pausa en el ritmo del grupo. Pepín causa baja en la banda y es sustituido a la guitarra por Goar Iñurrieta. Las desgracias se precipitan. El Polvorilla, hermano de Natxo y colaborador de la banda, muere en Ámsterdam y el cantante se desplaza hasta allí para encargarse de los trámites. A la vuelta es detenido en Barajas con una significativa cantidad de speed y encarcelado preventivamente en Carabanchel. Y, para más inri, cuando consigue salir en libertad condicional, sufre un grave accidente de moto, empeorando su estado la negativa del Hospital Universitario del Opus de Pamplona que obliga a su traslado en ambulancia hasta un hospital público de Valencia, algo que casi lo deja parapléjico, no pudiendo prescindir ya de la silla de ruedas o, en su defecto, de muletas. Los dolores que sufrirá a partir de entonces tampoco alentarán su distanciamiento del “caballo”.
Muere Pepín y a él le dedican el siguiente LP, “4 años, 2 meses y 1 día” (1991), lo mismo que la condena que el fiscal solicitaba para Natxo. Un disco que autoeditan y que se costea con parte de la indemnización que recibe el cantante tras el accidente, para lo cual crean el sello discográfico, Zika Records. La banda se desliza hacia el sonido guitarrero y el rock duro con concesiones a los himnos populares con canciones como “Lola”, su particular versión del tema de The Kinks. El deterioro de la salud de Natxo es patente, el “jaco” y las enfermedades añadidas le pasan factura y se niega a continuar, pero la banda sigue componiendo e incluso barajan la posibilidad de fichar a Carlos Mahoma. Pero finalmente presentan la música a Natxo y este se presta a participar en lo que será su siguiente disco, “Colgado por ti” (Área Creativa, 1993), lamentándose posteriormente el cantante de no haber abonado los dos millones de pesetas que costaba el hacerse con el máster.
Aun así, Zika Records lo reeditará cinco años más tarde con otra carátula y algún tema extra. Tras la salida del disco, Pedro Landatxe forma con Mamen ex-Vulpes Anticuerpos y se incorpora a los parches Pedro Fernández ex-Rock DAM y Dieguillo, ex de Quemando Ruedas, sustituye a Pakito al bajo, que fallece a causa del sida el 7 de julio de 1994. Cicatriz organiza un concierto homenaje en Lakuntza y graba su último disco: “En directo” (1994), con Natxo como sobreviviente de la banda primigenia. En julio de 1995 muere Pedro Landatxe por la misma causa y, a los pocos meses, el 5 de enero de 1996, Natxo Etxebarrieta les acompaña.
Huelgas, conflictos obreros, agitación, guerra sucia, crisis, represión, paro, desilusión, heroína y bombas. La de los ochenta es una década llena de emociones, de cruda realidad y de sueños. Entre pelotazos, controles, botes de humo y porrazos, el no future desesperanzador y la utopía movilizadora, se abre paso en Euskal Herria una nueva generación, un potente y heterogéneo movimiento de resistencia compuesto por jóvenes de distintas adscripciones ideológicas. Abertzales, antimilitaristas, libertarios, ecologistas, feministas… se unirán en torno a una tupida red de medios contrainformativos y gaztetxes; rularán de concierto en concierto y de mani en mani.
Jakue Pascual sigue adelante en su tarea de documentar y analizar el movimiento de resistencia juvenil que se desató en Euskal Herria en los años ochenta. En el primer volumen abordó el contexto, la crisis y el punk. Y en el segundo, a la venta a partir del 11 de febrero, se adentra en las okupaciones, las radios libres y los fanzines.
Primer volumen: Contexto, crisis y punk
El punk, el asamblearismo y la percepción de una comunidad vasca reprimida por el Estado y oprimida por el sistema capitalista en un contexto de crisis económica y política, favorecieron el desarrollo de un movimiento que, mediante elementos como el Rock Radical Vasco, derivó en toda una serie de propuestas y alianzas culturales y políticas.
(*) Completado por una cronología que recoge todos los conciertos, discos y maquetas del punk de los ochenta, además de un actualizado y extenso anexo con la historia de todas las bandas vascas de referencia.
Segundo volumen: Radios libres, fanzines y okupaciones
La segunda parte de Movimiento de resistencia es uno de los análisis más exhaustivos y extensos publicados hasta la fecha en torno al fenómeno comunicativo que supusieron las radios libres y los fanzines en los años ochenta en el país, aportando información inédita y recopilando otra de proyectos que se fueron quedando por el camino. Además, a partir de entrevistas con los protagonistas y partiendo de su propia experiencia militante, Jakue Pascual nos ofrece un recorrido por los gaztetxes, reviviendo una época de la que, como muestra este trabajo, aún queda mucho por contar.
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El autor
Jakue Pascual es sociólogo y colaborador en varios medios de comunicación y proyectos comunicativos alternativos. Participante en los movimientos ecologista y antimilitarista, en el grupo Zirikatu del Gaztetxe de Bilbao y en la regeneración del tejido alternativo, libertario, de izquierdas y abertzale en las décadas de los ochenta y noventa. Entre sus publicaciones hallamos, entre otras, Telúrica vasca de liberación, El juguete de Mari y Anarkherria, junto a Mark Legasse y que fue reeditado por Txalaparta en 2011.
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