El cierre de Eguzki Irratia | Movimiento de resistencia II. Radios libres, fanzines y okupaciones
Este segundo volumen de Movimiento de resistencia es uno de los análisis más exhaustivos y extensos publicados hasta la fecha en torno al fenómeno comunicativo que supusieron las radios libres y los fanzines en los años ochenta en Euskal Herria, aportando información inédita y recopilando otra de proyectos que se fueron quedando por el camino. En este capítulo del libro Jakue Pascual relata el cierre de la radio libre de Iruñea Eguzki Irratia en 1988.
Asalto a las ondas: clausura policial de Eguzki Irratia
Un hecho tremendamente significativo, por lo simbólico del mismo, acontece en la capital navarra nada más estrenarse 1988, la Eguzki Irratia vuelve a ser clausurada por la policía con motivo de la visita del rey Juan Carlos I en febrero. Los días previos a la llegada del monarca se han producido en la ciudad los primeros actos de protesta, consistentes en la colocación de carteles, siendo detenidas los días 4 y 5 una quincena de personas, acusadas de injurias al Jefe del Estado, aumentando en los días siguientes esta cifra hasta casi un centenar. Los días 6 y 7, la ciudad aparece tomada por las fuerzas policiales sucediéndose las escaramuzas y las detenciones. En estas jornadas aparece un panfleto pro vasco, antimonárquico, antimilitarista y alternativo, que llama a secundar una huelga de estudiantes y a realizar asambleas y manifestaciones de rechazo y que es firmado por CNT, ESK-CUIS, Batzarre, LKI, PC (ML), JC (ML), EMK, Kemen, IT, Grupo Ecologista de Iruñea, Grupo Antimilitarista-MOC, Kakitzat, Coordinadora Feminista y Grupo de Mujeres Jóvenes. Mientras que, a su vez, las distintas organizaciones del MLNV realizan sus propias convocatorias. La llegada del rey tiene lugar el lunes día 8, produciéndose distintos actos oficiales e incidentes. Durante estos días, las distintas radios libres de Iruñea tienen abiertos sus micrófonos a las llamadas de los oyentes, para que estos expresen libremente su aprobación o rechazo a la llegada del rey, siendo desbordadas en algunos momentos ante el caudal de intervenciones. Pero es el martes día 9 de febrero, a las 21:30, cuando varias dotaciones de la policía irrumpen en los estudios de la Eguzki, escoltando a una quincena de agentes de paisano que proceden a levantar acta de los materiales incautados, a detener a dos de las personas que se encuentran en los locales, a quienes se acusa de injurias al jefe del Estado, y a cerrar la emisora.
El mismo día, otras radios libres de Iruñea, en concreto Eate y Zarata, proceden a cerrar sus estudios voluntariamente ante las reiteradas amenazas de clausura que reciben. Al día siguiente, la noticia es recogida en distintos periódicos y agencias. El diario Egin encabeza la noticia con el titular “La policía detiene a dos jóvenes y desmantela Eguzki Irratia de Iruñea”. Navarra Hoy señala que “La policía clausuró anoche la emisora Eguzki Irratia” y en el subtítulo añade que “dos personas fueron detenidas en sus locales”. Diario de Navarra resta importancia a la noticia dándole un reducidísimo espacio y titulándola con un lacónico “Cerrada la emisora Eguzki Irratia”. La Agencia de Contrainformación Tas-Tas, por el contrario, reseña la noticia como “Cierre de la Eguzki Irratia”, aunque lo más interesante está en su relato de los hechos:
Ayer día 9 de febrero sobre las 8:30 de la tarde, se presentó la policía en los locales de Eguzki Irratia de Iruñea y procedió a su cierre. Unos minutos antes de este hecho se recibió en la emisora una llamada de una moza que avisaba del cierre por haberlo oído en una emisora de la policía. Nada más colgar esta llamada se produjo la entrada de unos 15 miembros de la social precedidos por un fotógrafo y un número indeterminado de maderos con cascos. El cabecilla de los sociales (con gabardina marrón y pelo engominado hacia atrás, silbando el Cara al Sol) tenía en su poder una orden judicial de cierre, procediendo al desmantelamiento de la radio, dejando solo las mesas con los huecos de los platos y demás material. Tras esto dijeron que daban por acabada la acción judicial y por tanto a partir de esos momentos comenzaba la policial, procediendo a detener a dos mozos como responsables de la radio y del local y a tomar datos de las otras 8 personas presentes en ese momento en la radio. Estos hechos tienen relación con el programa debate realizado el día de la llegada del rey a Nafarroa en el cual participó -llamando- mucha gente (10-2-88) [1].
Al día siguiente del cierre, son liberados los dos detenidos en la emisora libre y son remitidas a la Audiencia Nacional las diligencias instruidas al joven locutor de Eguzki Irratia, Javier Fabo, por injurias al rey. En los días sucesivos, 368 personas se autoinculparán de haber injuriado al rey.
La Coordinadora de Radios libres de Iruñea emite un comunicado de repulsa:
La Koordinadora de Radios Libres de Iruñea denuncia la represión sufrida el martes día 9 y a lo largo de esta semana por la visita de S.M. Monoarka y la ocupación de las fuer........añol y ante el txape brutal de la Eguzki. Os convocamos a todas las movidas que se realicen y que sigáis sintonizando las demás radios que seguimos lutxando por la libertad de expresión [2].
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El día 12, según informa Tas-Tas, se realizan acciones de solidaridad con la Eguzki en Donostia a cargo de Zintzilik y Txantxangorri Irratia. Se pegan carteles, se hacen pintadas y se txapan cadenas comerciales e institucionales como Radiocadena, Radio San Sebastián, Radio Nacional y Eusko Irratia. También en la misma fecha se reciben amenazas policiales y se sufre un corte de emisión en Zirika Irratia de Barakaldo, cuando se estaba realizando un programa especial sobre el cierre de la Eguzki Irratia y la llegada de los monarcas a Navarra. Tas-Tas señala que “llama un madero y comunica que están grabando y si no cortan que se atengan a las consecuencias”. La propia Eguzki anuncia este día la convocatoria de una manifestación nacional de radios libres para protestar por su cierre, que tendrá lugar el 20 de febrero en Iruñea, aprovechando la coordinadora de radios libres de Euskadi que está prevista allí [3].
Hala Bedi convoca para el día 12 una manifestación de protesta en su ciudad por el cierre de Eguzki, se solidariza con todos los que han sufrido la represión y muestra su rechazo a la situación “vivida en Nafarroa de forma especial durante los días que ha durado la visita de los ‘Bobones’” [4]. A la manifestación de Hala Bedi se suman 200 personas y recorre las calles de Vitoria. Las consignas que se gritan son, entre otras, “Hay que txapar la emisora comercial”, “Los Borbones a los leones” y “Las fuerzas invasoras nos txapan emisoras”[5]. Al día siguiente, la Coordinadora de Radios Libres de Bizkaia está presente en la bajada de los Carnavales de Bilbo. Unas 80 personas forman una comparsa portando pancartas con eslóganes que rezan las siguientes consignas: “Irrati Libreak Libre”, ”No al cierre de Eguzki irratia” y “Resiste en las ondas”. También reparten una pegatina con el lema “No nos txaparán” y octavillas con un comunicado titulado “Ladran luego cabalgamos, no nos txaparán” [6].
El colectivo de la Eguzki abre una campaña de sensibilización y de denuncia por su cierre. El 13 de febrero, una quincena de jóvenes se encadenan en las puertas del Ayuntamiento de Iruñea y se colocan carteles de protesta en la plaza del Castillo con las siguientes frases: “La Eguzki no se txapa”, “Libertad de expresión”, “Menos represión, más libertad de emisión” y “Nos insultan y nos cierran por decir lo que pensamos”. Por la tarde, la Coordinadora de Radios Libres de Iruñea se concentra en la plaza Nabarreria. Este mismo colectivo evalúa en 400.000 pesetas el coste del material incautado y hace una relación del mismo: “un emisor, 2 platos, 3 brazos de plato, 2 pletinas, 2 cassetes, 4 bafles (2 sin estrenar), 2 micrófonos, cable, ecualizadores, fuentes de alimentación, mesa mezcladora, propaganda de radios libres, 1 flexo, un reloj de pared, 3 cartas de presos comunes de la cárcel de Pamplona dirigidas al programa de Salhaketa (asociación de solidaridad con los presos), 40 discos de propiedad privada y 2 auriculares, también de propiedad privada”. Las causas de la clausura para este colectivo se encuentran en “los programas que hicieron sobre la visita real que eran abiertos a todo el mundo y tenían gran audiencia para evitar de esta forma la libertad de expresión que se limitaba a este cauce” [7].
El día 14 conceden una rueda de prensa (junto con las otras radios de la ciudad) para informar sobre las detenciones, la situación de la radio y para anunciar que volverán a emitir el día 20 de febrero, día en que se celebrará la manifestación nacional de apoyo a las radios libres. Esa misma jornada realizan una manifestación matinal y por la tarde una cuestación en la calle para recoger fondos, también solicitan que se ingresen en su cuenta cantidades voluntarias de dinero y venden un bono de ayuda para sufragar los costes de su vuelta a antena. Posteriormente, una marcha de 1.000 personas recorre las calles a toque de silbato. Y las consignas que se corean son de claro tinte situacionista: “Contra la represión más radios libres”, “Contra la intoxicación, radios libres solución”, “Con las tripas del último Gobernador haremos las fundas de los próximos cables” y contra el rey y la policía[8]. El 15 de febrero continúan con las movilizaciones y se realiza una concentración frente al ayuntamiento.
El día 20 de febrero tiene lugar la manifestación nacional y, además, se procede nuevamente a la apertura de la emisora. La reanudación es retransmitida por las radios libres de Euskal Herria. Con motivo del acontecimiento se lee un pregón ante la gente concentrada en la plaza de Nabarreria, donde se ubica la emisora. Un texto en el que encontramos, entre otras muchas cosas, múltiples referencias veladas a la visita real, a la actuación policial, al murciélago que dirige su vuelo haciendo rebotar las ondas que produce en los objetos que le rodean, como símbolo de las radios libres navarras, al anarkherria y a las ideas anarkoabertzales y románticas expuestas por Mark Legasse y que lleva el provocativo título “Carta de un terrorista vasco a todos los radioescuchas de las ondas libres”. Comienza así:
Queridos borrachuzos:
Bajo el control totalitario del muermo general impuesto por el sistema y el Leviatán ‘que estrangula todos nuestros sueños’, a la sombra omnipotente del montaje Orwell jamás conocido; renace tras el txape policial la radio más radioactiva de la Euskadi gris y reprimida: EGUZKI IRRATIA / RADIO SOL.
El monarca y ella, con su monomaniaca monomanía, vinieron, vieron y vencieron ya de antemano, manu militari, con su habitual forma de lanzar la democracia, la paz y la indiscutible unidad de la Patria, vistiendo de ‘azul, verde o marrón’ la calle, nuestras calles llenas de pintadas y obras de arte popular ilustrativas del jolgorio republicano y abertzale: ERREGEAK, KANPORA!, ¡VIVA EUSKADI REPUBLICANA!, ¡QUE SE VAYAN!, ¡REY BOBO!...
Y concluye de esta manera:
Alucinando en su silla de ruedas con un poney de potencia y quince de frecuencia, el de la bici recorre las calles de la capital proclamando la mala nueva: Eguzki Irratia renace de nuevo, berriro martx… y en la esquina de Mercaderes se la pega cómicamente, rezando el rosario de la aurora en hebreo, con gran fervor, y tan popular entre los miembros de la benemérita. Todo está dispuesto, empieza ya a gritar la voz de los sin voz… [9].
Esa misma jornada, la Coordinadora de Radios Libres de Euskal Herria, reunida en asamblea plenaria, redacta un comunicado en el que se critica el cierre, se convoca a una nueva manifestación el 5 de marzo en Iruñea en favor de la libertad de expresión (a la que se suman las organizaciones y colectivos: HB, EMK, KAS, LKI, IT, Jarrai, IU, Kemen, CNT, Gestoras pro Amnistía, Colectivo Eguzki, Objetores de Conciencia, Salhaketa, Aizan, Askapena, Asociaciones de Vecinos y Coordinadora de Estudiantes), se anuncia la colocación de mesas para la recogida de firmas de autoinculpación en solidaridad con el locutor Javier Fabo, para quien se solicita una pena de entre 6 a 12 años de prisión y se aporta un número de cuenta corriente para la obtención de donativos económicos con el objetivo de restituir el material y el equipo técnico.
Las valoraciones que los miembros de Eguzki efectúan al rotativo Navarra Hoy inciden en varias cuestiones de importancia. Primero dicen que durante la visita real las cuatro emisoras alternativas de Iruñea realizaban informativos conjuntos y que contaban con la agencia Tas-Tas para cubrir las noticias, indican que el teléfono no paró de sonar y que solamente el lunes 8 de febrero se recibieron en la Eguzki más de 300 llamadas. “Había de todo: desde pasmas a gente que decía por dónde iba la policía o algún facha que ponía el Cara al Sol”. También puntualizan que “no fue para tanto”, que los programas durante otros acontecimientos, como los que sucedieron tras la muerte de Mikel Zabalza, ”fueron mucho más fuertes”, y siguen diciendo que lo que pasa es que “cuando a la mara se le deja manifestarse con entera libertad, lo hace así. Había policía que llamaba y nos decía: ‘bueno, chaval, dime dónde quedamos que te voy a hacer cuatro cosas’, etcétera. Los ánimos se calientan y la gente se mete con todo bicho viviente”. Las acciones que se ponen en marcha, tras la clausura de la emisora y la inculpación del locutor, inciden en la desobediencia civil y en la reivindicación de derechos fundamentales, como el de la libertad de expresión [10].
Hacer hincapié en los acontecimientos que rodean el cierre de la Eguzki no es algo gratuito. Este hecho puntual supone varias cosas:
- que se produce durante el momento de máxima de coordinación entre emisoras libres;
- que durante el transcurso de las movilizaciones se reproducen las ya consabidas críticas al MLNV;
- que las radios libres abren dinámicas de profundización en los valores democráticos fundamentales, así como en las formas de respuesta civil;
- que a partir de este instante la legislación sobre radiodifusión se implantará con máxima dureza a través de la aplicación de la LOT.
La última gran manifestación celebrada en respuesta a esta clausura se realiza el 5 de marzo de 1988. Alrededor de un millar de personas se dan cita en Iruñea, a pesar de la intensa nevada que cae sobre la ciudad, convocadas por la Coordinadora de Radios Libres de Euskadi. El lema que encabeza la manifestación es “Adierazpen askatasuna”. Al finalizar el acto, toma la palabra un representante de las radios, que critica la represión que sufre la libertad de expresión y la amenaza que se cierne sobre las radios libres vascas. También sube al estrado un representante de las Gestoras pro Amnistía que, tras solidarizarse con las radios, denuncia el suicidio del preso de ETA Mikel Lopetegi y recuerda la jornada de protesta que se está produciendo el mismo día en la localidad de Tolosa.
La valoración, por parte de la misma Eguzki, de la campaña que culmina con esta manifestación es la siguiente: Primero indican que globalmente ha sido positiva. La críticas se dirigen sobre varias cuestiones, la primera al mal tiempo, la segunda a la poca publicidad hecha en la comarca de Pamplona, a excepción de la realizada por las radios libres, la tercera a las escasas movilizaciones que acompañan al cierre de la radio, diagnosticándose por primera vez que el movimiento se encuentra en un cierto reflujo; y la cuarta, a la coincidencia en el día con la convocatoria hecha por las Gestoras como protesta por la muerte de Lopetegi, una crítica que deja traslucir una velada acusación de prepotencia del MLNV con respecto a los demás movimientos sociales y en concreto con el de radiodifusión alternativa, a la vez que también se aprecia como errónea la interpretación de HB que supedita la libertad de expresión a la negociación política, aplazándola y postergándola a la nueva definición del marco autodeterminativo vasco. Esto es lo que dicen desde la Eguzki:
En cuanto a la convocatoria de Gestoras por la muerte de Mikel Lopetegi, hay que decir que no tuvieron para nada en cuenta nuestra manifestación y podían haber cambiado el día pese a la gravedad y puntualidad del hecho. (Un día antes o después). Hubo un sector de la Eguzki que criticó el cartel de HB: ‘A la libertad de expresión por la negociación’ y su actitud de no tener en cuenta a este movimiento ‘popular’ que marcaba su campaña claramente [11].
En el mismo documento se indican los pasos a seguir, que giran en torno a los ejes típicos de la reivindicación de la libertad de expresión a través de cualquier medio. Ubican esta estrategia en el marco táctico del despliegue de la LOT y del desconocimiento de su intencionalidad exacta con respecto a las radios libres, lo que habría desencadenado previamente una respuesta ansiosa, mediante una “campaña un tanto paranoica e histérica” y victimista, como “psicosis del reprimido”. Llevándoles su análisis coyuntural a destacar, conseguida la reapertura, que todavía “la ley es sencillamente nula y en realidad no sabían qué hacer con nosotros”. Por lo que se debe tener en cuenta que en el marco de la LOT de diciembre del 87 todavía no se ha establecido el Plan Técnico de FM, que entrará en vigor en febrero de 1989, y que las amenazas masivas de cierre contra las radios libres comienzan al mismo tiempo que los acontecimientos aquí narrados, sucediéndose ininterrumpidamente en el transcurso de un año.
La solidaridad con la Eguzki y el locutor procesado consigue que para principios de abril se presenten ante la Audiencia Nacional quinientas autoinculpaciones por injurias al rey, medio millar de documentos suscritos individualmente que asumen ser partícipes de los mismos cargos que el encausado. En el panfleto de recogida de autoinculpaciones se repasa la interpretación de los hechos de la Eguzki, la responsabilidad a la que deben concurrir todos aquellos que deseen la libertad de expresión, se indica cuál es el objetivo de conseguir un número mínimo de autoinculpaciones para tensionar el procedimiento penal, con las hipotéticas repercusiones que conllevan la ampliación de las causas, y se reproducen, para que conste qué es lo que se acepta al autoinculparse, los artículos 146 y 30. El primero indica que “se impondrá la pena de prisión mayor: 1) Al que injuriase o amenazare al Jefe del Estado en su presencia”. El segundo, que “la (pena) de prisión mayor y la de confinamiento, (dura) de seis años y un día a doce años”. El texto de la autoinculpación dice lo siguiente:
Que ante la detención y posterior apertura de diligencias previas por posible delito de injurias al jefe del Estado, al compañero JOSÉ JAVIER FABO LEGARDA, desea poner en conocimiento del juzgado su participación en el programa radiofónico en el que se dio oportunidad a quien quisiera de dar su opinión respecto a la visita real; manifestando así mismo que con dicha acción únicamente se ha pretendido proporcionar una vía para el ejercicio del derecho a la libertad de expresión.
Por lo expuesto,
SUPLICA AL JUZGADO que, teniendo por presentando este escrito, se sirva admitirlo y tenga por hechas las manifestaciones que proceden [12].
Este proceso coleará durante todo 1988 y no será resuelto hasta 1989. En mayo de 1988 serán sobreseídas las diligencias abiertas con motivo de la visita real, considerándose que los posicionamientos contrarios al viaje no constituyen un delito de injurias, pero sí se procesa al locutor de la Eguzki, quien debe pagar una fianza de 100.000 pesetas para no entrar en prisión. En septiembre es el fiscal de la Audiencia Nacional quien solicita una pena de siete años de cárcel y se celebran manifestaciones de apoyo al encausado en Iruñea.
Las iniciativas en favor de Fabo no se hacen esperar y en Barañain, de donde es vecino, HB presenta una moción de apoyo. La Coordinadora de Radios Libres, por su parte, comienza una campaña de solidaridad con el mismo, y por su absolución, a la que se unen diversos grupos de música, colectivos socioculturales, editoriales, organizaciones y grupos políticos. El eje central de la campaña, además de su aspecto movilizador, es la elaboración de un “manifiesto pro libertad de expresión”, que debe ser firmado individualmente, y en el que se exige “la total absolución del locutor”, ya que consideran que “no es un delito expresar a través de las ondas o cualquier otro medio el sentir popular”, que en un Estado democrático “no debería ser injuria hacer uso de la libertad de expresión para opinar sobre el Rey, Dios o la Patria”, que es normal y lógico “que se produzcan injurias al rey durante sus visitas, si el sentir popular contrario a esa institución no puede expresarse siendo totalmente represaliado”; a la vez que insisten en que se devuelva el material incautado por la policía [13]. Antes de la celebración del juicio, el encausado es agredido y amenazado por policías de servicio, según denuncia, en la madrugada del día 16 de septiembre. El 20 de noviembre de 1989, el día del juicio, se celebran actos de protesta en Iruñea y se produce en esta ciudad una jornada de lucha estudiantil, que es secundada por una docena de centros de enseñanza, y una marcha en la que se manifiestan unas 1.500 personas. Ante la Audiencia Nacional se concentran unas 150 personas, pertenecientes a colectivos radiofónicos alternativos, procedentes de Iruñea, Gasteiz, Bilbo, Orereta y Hernani. Los testigos de la defensa son las tres personas que estaban con él en la radio el día de los hechos y otras dos que llamaron para participar. La única prueba que adjunta el fiscal es la grabación de la emisión de ese día y la petición fiscal de condena por injurias se va modificando hasta centrarse en el hecho de posibilitarlas al darles difusión en las ondas. En el exterior de la Audiencia se producen forcejeos con la policía, que rompe las pancartas. Acabado el juicio, se disuelven los concentrados, entre los que se encuentran los parlamentarios de HB. La Audiencia Nacional de Madrid absuelve a Febo de una pena de siete años de cárcel por injurias al rey [14].
Notas
[1] Tas-Tas, 11. boletina, 1-2-88/15-2-88.
[2] Sic. Panfleto recogido en el dossier fotocopiado de la Euskadiko Irrati Libreen Koordinakundea, Cierre y procesamiento a la Eguzki Irratia. Un ataque Real a la libertad de expresión, 1989.
[3] Tas-Tas, 11. boletina, 12-2-88.
[4] Egin, 11-2-88.
[5] Tas-Tas 12. boletina, 13-2-88.
[6] Tas-Tas 12. boletina, 15-2-88.
[7] P. Beroiz, Movilizaciones contra el cierre de Eguzki Irratia, Navarra Hoy, 14-2-1988.
[8] Tas-Tas 12. boletina.
[9] Carta de un terrorista vasco a todos los radioescuchas de las radios libres. Texto extraído del Dossier de la Euskadiko Irrati Libreen Koordinakundea, Cierre y procesamiento a la Eguzki Irratia, op. cit., 1989.
[10] Julian Oria, Eguzki Irratia sonríe y emite de nuevo, Navarra Hoy, 26-2-88.
[11] Dossier, Cierre y procesamiento a la Eguzki Irratia, op. cit., 1989, p. 53.
[12] Texto de la campaña de autoinculpación colectiva y el documento de autoinculpación en: Ibíd., pp. 48-49.
[13] Manifiesto pro libertad de expresión, Ibíd., pp. 72-73.
[14] Para hacernos una idea de la dureza y complejidad del momento, anotamos un trágico hecho que ocurre ese mismo día: el atentado ultraderechista y parapolicial que se produce en el hotel Alcalá de Madrid contra los dirigentes de HB, en el que es asesinado el parlamentario Josu Muguruza y resulta gravemente herido Iñaki Esnaola. Los parlamentarios de HB habían tomado parte en la concentración de solidaridad con el locutor de la Eguzki.
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