Tina Modotti, fotógrafa y revolucionaria
En este libro -y en este artículo publicado en una de las primeras revistas de Txalaparta (1998)- Christiane Barckhausen-Canale rescata la hermosa y dramática vida de Tina Modotti, una mujer famosa en su tiempo, fotógrafa y militante política de vanguardia de la primera mitad del siglo XX. Su figura, como el ambiente revolucionario que le tocó vivir, ha sido cuidadosamente olvidada, o bien despojada de sus entornos más comprometidos. Por eso hay quienes dividen su vida entre los "años luminosos" de México y la fotografía, y los "años oscuros" de trabajo en el Socorro Rojo Internacional y en la guerra de España. Unos la tuvieron por despiadada agente soviética, otros la despolitizaron para "salvar" su figura artística; Diego Rivera la inmortalizó en sus murales repartiendo armas al pueblo... Tal vez sea más sencillo resumir que Tina fue mujer y libre.
En 1938, la sección francesa del Socorro Rojo Internacional -organización de la Internacional Comunista, creada para ayudar en todos los países del mundo a las víctimas del terror clasista de la reacción- publicó un folleto sobre las actividades del Socorro de España Republicana. En un párrafo dedicado a los máximos dirigentes del SRI, se mencionó a una cierta "María Ruiz".
De ella se puede decir que es la representación misma del sentimiento humanista y del internacionalismo. Luchó contra la reacción en los frentes de una serie de países. Su corazón enfermo es siempre sensible para los sufrimientos de otros. Pero su ternura femenina y su dedicación al trabajo, por lo cual todos los que la rodean la aman, no disminuyen la firmeza de su carácter, la que, junto con su inteligencia, le dan un lugar merecido en las filas de los dirigentes de esta gran organización de solidaridad.
Entre las miles de personas a las cuales María ayudó en el tiempo de la guerra -ya sea en un hospital de sangre, ya sea en la primera línea de fuego en el frente, ya sea en las ciudades bombardeadas- había muy pocas que sabían que ella se llamaba en realidad Tina Modotti, que era italiana de nacimiento y que había ido a España a principios de 1936, desde Moscú. Tina Modotti había vivido en Austria, en Estados Unidos, en México, en Berlín y en Moscú, y consideraba "su patria" cualquier lugar del mundo donde podía ponerse al servicio de los marginados, explotados y perseguidos. Hija de obreros italianos, había conocido el hambre y las privaciones; en EEUU había trabajado en fábricas textiles, probándose al mismo tiempo en varios géneros artísticos hasta descubrir la fotografía como el medio más idóneo para retratar la realidad social.
Luchas y resistencias
En México había sido amiga de los grandes artistas de los años veinte y, a través de ellos, se había acercado al Partido Comunista. En diferentes momentos de su vida había unido su suerte a la de un hombre que compartía sus intereses pero que además fue el amor más grande de su vida: el exiliado político cubano Julio Antonio Mella, que fue asesinado, caminando del brazo con ella, en una calle de la ciudad de México, el 10 de enero de 1929. Esta noche marcó el inicio de la segunda vida de Tina Modotti. Paulatinamente fue dejando la fotografía para dedicarse de lleno al trabajo dentro del Socorro Rojo y del PC mexicanos. En 1930, expulsada de México por razones políticas, regresó a Europa. En su patria, ltalia, la esperaban años de cárcel a causa de su actividad antifascista; en Alemania presenció el auge del movimiento hitleriano. Finalmente se fue a Moscú con el propósito de trabajar en el aparato ejecutivo del SRI, donde fue responsable, durante varios años, del trabajo con las secciones latinoamericanas. En 1933 viajó por primera vez a España, con nombre falso y pasaporte cubano, pero al poco tiempo fue descubierta, arrestada y expulsada. En 1936 volvió a Madrid, junto con su último marido Vittorio Vidali, italiano como ella, quien llegaría a ser, inmediatamente después del golpe franquista, el Comandante Carlos del 5º Regimiento.
Cuando empezó la guerra española, no se limitó a trabajar como consejera de los cuadros españoles del SRI, sino que buscó cumplir cualquier tarea que se le ofrecía. Compartió la suerte del pueblo español hasta el último momento amargo y, cuando en mayo de 1939 regresó a México con nombre falso y pasaporte español, volvió inmediatamente a ocuparse de aquellos que más habían sufrido las consecuencias de la guerra: los huérfanos españoles acogidos por el gobierno mexicano. La tarde del 5 de enero de 1942 preparó para estos niños el día de Reyes, y en la noche, después de pasar algunas horas en casa de unos amigos, murió en un taxi a causa de una congestión visceral que, según los médicos que practicaron la autopsia, podía deberse a un defecto hereditario en el corazón.
Tina Modotti entró en mi vida en 1982, y desde entonces he tratado de reunir documentos y testimonios que ayuden a reconstruir su vida, sus acciones y los motivos que le hicieron tomar tal o cual decisión. Mi primer libro sobre ella fue publicado en 1987, pero esto no significó que ella dejara de interesarme. En los años noventa se abrieron los archivos moscovitas que permitieron aclarar muchos de los puntos misteriosos en su vida, y además se desarrolló, mundialmente, una polémica acerca de Tina y de su papel dentro del movimiento comunista de su época. Unos intentan presentarla como una agente despiadada del servicio secreto de la Unión Soviética, como cómplice activa o por lo menos pasiva de asesinatos políticos. Otros intentan despolitizarla y hacerla, de este modo, aceptable para cualquier "amante de la fotografía" apolítico o anticomunista. Hay quienes dividen su vida en "años luminosos, -los de México y la fotografía- y "años oscuros" -los del trabajo en el Socorro Rojo Internacional en Moscú y en España-. Al mismo tiempo, ella es, para mí y para muchas mujeres que conozco, hoy más que nunca, una compañera cercana, íntima, que nos ayuda a formular nuevas preguntas y a ubicarnos en este mundo tan profundamente cambiado. Creo que esto es lo que representa la actualidad de Tina Modotti, de sus ideales y de su utopía. El fracaso del modelo socialista en Europa oriental, el fracaso de UN modelo, no significa que se hayan acabado las esperanzas.
Por todo lo que Tina significa para muchas mujeres -y no solo mujeres, claro está- estoy muy contenta de que Txalaparta me haya brindado la oportunidad de recoger, en este nuevo libro, las piezas de un rompecabezas biográfico. Y lo que más agradezco es la posibilidad de presentarlo a las lectoras/lectores del país que Tina, en 1936, consideró como la última trinchera de lucha contra el fascismo en Europa.
Hoy a cien años del nacimiento de Tina, y a casi 45 años de su muerte, espero que los lectores de Txalaparta le brinden su interés, traten de comprenderla, le hagan preguntas, busquen sus respuestas, aunque éstas sean respuestas pertenecientes a un mundo diferente. Y quizás alguna lectora, algún lector, pregunte a sus abuelos si en tiempos de la guerra de 1936-1939 conocieron a una mujer callada, generosa y discreta que se llamaba María, solo María.
Berlín, noviembre de 1996.
Christiane Barckhausen-Canale
Tina Modotti, retratada por Elena Poniatowska
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La vida de Tina Modotti, en cómic
Modotti. Una mujer del siglo XX
Paco Ignacio Taibo II Ángel de la Calle Hernández
Editorial Reino de Cordelia
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