El barrio maldito

Escritor, novelista y narrador escasamente conocido, es uno de los mejores prosistas de la generación literaria de la preguerra civil , la figura más destacada de la narrativa navarra del primer tercio del siglo XX. De oficio profesor, su amistad con Manuel Azaña le llevó a presentarse a las elecciones de 1936 y a ocupar el cargo de consejero de Cultura. Tras el alzamiento franquista, hubo de trasladarse a Madrid y se refugió en la embajada mexicana. Fue detenido y encarcelado hasta noviembre de 1940. En Pamplona pasó los dos últimos años de su vida, tiempo en el que pudo acabar su Bajo los robles navarros, una de las obras que compondría su tetralogía vasconavarra (Centauros del Pirineo, La última cigüeña y El barrio maldito), que ahora ve la luz de nuevo con Txalaparta.