Malditos seais No me avergoncé del evangelio
Publicado originariamente en Buenos Aires por la editorial Periplo en 1958, ¡Malditos seáis! No me avergoncé del Evangelio es uno de esos textos olvidados de la Guerra Civil que supusieron todo un shock en la España de la posguerra. Mariano Ayerra, navarro de nacimiento, se exilió a Uruguay tras la Guerra Civil, donde fue testigo de la brutal represión en Navarra durante el conflicto. En 1940 solicitó la secularización y se trasladó a Argentina, donde publicaría 18 años después ¡Malditos seáis!, No me avergoncé del Evangelio, donde, junto a la descripción de la represión en Navarra durante la Guerra Civil, se mostraba muy crítico con la Iglesia Católica, a la que acusa de legitimadora de la Guerra y posterior dictadura, y de falta de coherencia de ésta con el verdadero espíritu de los Evangelios.
Su vida y gran parte de sus opiniones fueron llevadas al cine en la película La Buena Nueva.
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