Aquel sábado de fiestas... | Extracto del prólogo de Joseba Asiron al libro 'No os importe matar'

Aquél sábado de fiestas...

La primera reflexión que me asaltó tras leer No os importe matar fue que el tiempo deforma la perspectiva de los acontecimientos de manera mucho más profunda de lo que creemos. Que es muy difícil preservar y mantener en la memoria todo el cúmulo de circunstancias que precedieron y envolvieron a los gravísimos sucesos de San Fermín 1978. Que tendemos a quedarnos con lo más relevante, lo más noticiable si se quiere, pero que el ambiente, el contexto general, la tensión reinante, la indignación e incluso el miedo quedan diluidos por el paso del tiempo.

Y esa es precisamente una de las grandes virtudes que tiene la obra de Sabino Cuadra, porque sitúa lo ocurrido en Pamplona aquel 8 de julio en un contexto perfectamente dibujado y desarrollado, a pesar de que la situación del Estado español y de Euskal Herria en 1978 era de una extrema complejidad. En el momento en el que Germán Rodríguez cae abatido en la avenida Roncesvalles de Pamplona todavía no se han cumplido tres años de la muerte de Franco, y las estructuras del Estado están totalmente controladas por el aparato franquista. A la violencia de motivación política a manos de ETA, del Batallón Vasco Español o de la llamada Triple A, se une la que, de manera periódica, practica la Policía del régimen. Y partidos nacionalistas y de izquierda mantienen una movilización efectiva de la sociedad, en demanda de pasos reales y enérgicos hacia una verdadera democracia. Desde ese punto de vista, y teniendo en cuenta la disyuntiva existente entre los partidarios de una verdadera ruptura con la dictadura y aquellos que proponían una reforma política que permitiera la supervivencia del aparato político de la dictadura, lo ocurrido en Pamplona en los Sanfermines de 1978 puede claramente entenderse como un puñetazo en la mesa, dado de manera contundente por el propio régimen. Un escarmiento ejemplarizante y perfectamente planificado.

Quien esto escribe tenía 16 años en 1978. Está claro que los 16 años de entonces no son equiparables a los de ahora, especialmente en lo que a la participación en política se refiere. El común de las y los adolescentes vascos de aquellos años tenía algún tipo de implicación política, y era habitual que coincidieran en las movilizaciones convocadas por los partidos rupturistas. En las legales y, muy especialmente, en las no autorizadas. La política no era ni mucho menos algo ajeno a nuestras vidas.

El día 8 de julio de 1978 era sábado de fiestas, y todo el mundo sabe lo que eso significa en Pamplona y por San Fermín. La procesión del día anterior había sido muy concurrida, al igual que el chupinazo, en el que el cohete hubo de ser lanzado desde la primera planta de la Casa Consistorial, toda vez que en la segunda había varias personas encerradas pidiendo la libertad de los detenidos. El nerviosismo local no era sino reflejo de la tensión del momento político, preconstitucional y preautonómico, muy bien descrito por Sabino Cuadra. Y, sin embargo, no creo que nadie en aquella época hubiera podido llegar a imaginar la magnitud de la agresión que la ciudad estaba a punto de padecer…

Joseba Asiron Saez, extracto del prólogo del libro ¡No os importe matar!

Después de más de 40 años, Sabino Cuadra Lasarte, basándose en el informe que redactaron las Peñas sanfermineras en aquel entonces, en documentos desclasificados recientemente y en trabajos monográficos elaborados desde distintos ámbitos, reconstruye pormenorizadamente el ambiente anterior y posterior y los propios hechos, situando lo ocurrido aquel 8 de julio en un contexto de crímenes contra la humanidad cometidos a lo largo de la dictadura y de la llamada Transición. Porque, aunque sus perpetradores sigan impunes y la versión oficial nos cuente otra cosa, no fueron errores. Y no les importó matar.

Este libro es una coedición entre Txalaparta y la asociación Sanfermines 78: gogoan! Los derechos de autor serán destinados íntegramente a sufragar los gastos de la querella contra Martín Villa por crímenes contra la humanidad.