María Llopis: “La gente se cansa de que le impongan un tipo de vivencia y se organiza para hacer las cosas de forma que les satisfaga”
En la actualidad, en nuestra sociedad occidental, la maternidad se inscribe en un contexto capitalista y patriarcal en el que se desarrolla asexuada, medicalizada, biologizada y desempoderada. Por eso, cada vez son más las personas que optan por embarazos, partos y crianzas fuera de norma y que, a falta de modelos alternativos, tratan de crearlos poniendo en duda ideas preestablecidas y conductas que a menudo se convierten en mandatos. Itziar Ziga entrevista a María Llopis sobre su libro Maternidades subversivas.
La de la maternidad es una historia de usurpación patriarcal y capitalista, ¿cómo la estamos recuperando?
Pasito a pasito, parto a parto. Yo creo que el tema de la maternidad es como el porno, llegó un momento en el que la gente dijo ¡basta!: No quiero un porno sexista que reproduzca un tipo de valores patriarcales con los que no estoy de acuerdo, pero sí que quiero disfrutar del placer de contemplar sexo explícito. Así que la gente se organizó y empezó a hacer su propio porno: postpornografía. Con la maternidad ha pasado un poco lo mismo, la gente se cansa de que le impongan un tipo de vivencia y se organiza para hacer las cosas de forma que les satisfaga.
Hace no tantos años una mujer que quería dar a luz en casa era tachada de imprudente. ¿Qué experiencias y discursos han conseguido cuestionar la medicalización del parto en tan poco tiempo?
Las mujeres siempre han parido en sus casas. ¡La novedad es parir en hospitales! Ha habido una moda en los últimos años de sacar de la casa la muerte, el nacimiento y los cuidados en general. Por ejemplo, los mayores no se cuidan ya en casa, se llevan a los geriátricos y a los hospitales cuando van a morir. Ya no vivimos en comunidad, sino aislados. También los cuidados de las criaturas se han externalizado. Es una opción, pero lo triste es que sea la única opción.
Lo de que parir en casa es imprudente es un gesto de soberbia por parte de ciertas instituciones médicas, ya que en países como Holanda o Reino Unido se considera incluso más seguro y la seguridad social cubre el parto en casa o en el hospital de igual manera, dependiendo del tipo de embarazo y de los deseos de la madre.
La gente se informa, ya no es tan fácil engañarnos.
La maternidad ha sido asexualizada. Solo tenemos que pensar en la virgen María, que gestó sin sexo. ¿Necesitamos reconciliar a la madre y a la puta?
El mito de la virgen María siendo fecundada por una paloma es una versión “patriarcalizada” de la partenogénesis. La partenogénesis era una práctica ritual de la antigüedad en la que las mujeres gestaban dioses sin la intervención masculina. Pero no era asexual, eran ritos de meditación profunda que tenían más relación con el sexo tántrico, en tanto que unían sexualidad y espiritualidad. Estos mitos -que representaban a mujeres empoderadas en su sexualidad, sus cuerpos y su reproducción- luego se “versionearon” en violaciones y en palomas para ajustarse a la visión patriarcal de la mujer como víctima pasiva. Es muy interesante. Marguerite Rigoglioso, una profesora doctorada de la Universidad de California, ha publicado varios libros sobre el tema.
Narras historias familiares que subvierten hermosamente la estructura nuclear, el binarismo de género, lo previsible. El fotógrafo queer Del Lagrace Volcano se define respecto a su criatura y en la comunidad como ¿MaPa?
Sí. Del no se identifica ni como hombre ni como mujer, así que las etiquetas de padre y madre tampoco van con su persona. He tenido la oportunidad de conocer a más personas que utilizan la palabra MaPa (y no se conocen entre ellas). En concreto a un hombre trans que ha gestado a su criatura. En su caso esta persona desea honrar las dos figuras, de hombre -su identidad de género elegida- y de mujer -ya que gestó en su útero-. Lo explica así.
A veces las cosas surgen de forma orgánica. Aunque no estamos hablando de fenómenos nuevos, más bien lo nuevo es que se visibilicen.
Parteras, actrices porno, lactivistas, gynepunks, ecosexuales, mujeres que han parido o no, que han abortado o no, incluso no mujeres. Todas feministas. ¿La gestación se está revolucionando?
Gestar es una revolución hormonal en nuestro cuerpo... Hacerse cargo de nuestros cuerpos en todos sus aspectos es siempre revolucionario. La maternidad había sido olvidada y hacía falta incluirla en las luchas emancipatorias.
Hablas de parto extático, no orgásmico. Desdramatizas la cesárea. ¡La maternidad subversiva no es una nueva presión para las mujeres!
Nada debería ser una presión en nuestra vida. Ni la maternidad ni nada. De hecho es muy cristiano lo de tener que sufrir para poder gozar. ¡Parirás con dolor es una maldición bíblica! La realidad es que a veces se pare con dolor y otras no. Lo importante es que se visibilicen todas las realidades, me da tristeza que la mayoría de las mujeres que he conocido en mi vida que han tenido partos extáticos no lo han compartido con nadie, a veces ni con sus parejas. Por vergüenza. Es algo debería hacernos pensar.
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