La razia de brujas vascas de Pierre de Lancre
Para quienes desconozcan este clásico (1613) habría que avanzar que Pierre Lancre fue un inquisidor francés que viajó al norte de Euskal Herria en 1609 y dejó escrito Tratado de brujería vasca, del que su compatriota Michelet diría: "Jamás los vascos fueron mejor caracterizados que en el libro de Lancre". Casi 400 años después, el libro fue traducido al castellano por primera vez para esta edición de Txalaparta.
Antes de avanzar contenidos habría que señalar que el inquisidor dejó un escrito sumamente sugerente, que el País Vasco era ''un país de manzanas, sus mujeres sólo comen manzanas, no beben más que jugo de manzanas y en cualquier ocasión están dispuestas a morder la manzana de la trasgresión, pasando por encima de la condena de Dios y franqueando la prohibición de nuestro primer padre. Son Evas que seducen voluntariamente a los hijos de Adán y, desnudas en la cabeza, viven en las montañas en absoluta libertad e ingenuidad como lo hacía Eva en el paraíso terrenal".
Con este punto de partida, el libro, al margen de las circunstancias históricas, tiene ya un plus, el del escenario. Pocas son las descripciones de los vascos en la Edad Media y ésta es, probablemente, la más completa. Si además nos ubica en los límites de la trasgresión, ¿qué más se puede pedir?
¿Quién era Pierre Lancre?
Para los historiadores Lancre fue un sanguinario y fanático inquisidor. Apuntó que "la Iglesia estaba cometiendo un gran crimen al no quemar a las brujas'' y luchó con todas sus fuerzas para que la tendencia cambiara. Y no sólo lo logró, sino que también peleó para que los defensores de las brujas, los que pensaban que la hoguera era un horror, cometieran un pecado mortal.
¿Su procedencia?
Su abuelo fue un afamado vinicultor en la Baja Navarra. Tras la estela de los dineros amasados, su padre comenzó a firmar como señor de Lancre y él, que nació en Burdeos, siguió la costumbre. Pierre se hizo jesuita en Turín. En 1582 le nombraron consejero del Parlamento de Burdeos y en 1609 aceptó mediar en un conflicto secular, el de los Urtubia con los vecinos de Donibane Lohizune. Se lo había pedido el rey Enrique IV, cuyo capellán era Bertrand Echauz, de Baigorri. Los Urtubia, de Urruña, originarios de Alzate, en Bera, reclamaban los derechos de un puente. Las reclamaciones ocasionaron venganzas, detenciones, acusaciones y una sarracina en 1607 que doce caballeros embozados llevaron a cabo en Donibane.
Una historia más de las muchas que jalonan los conflictos banderizos de nuestro país. Sin embargo, el desenlace fue del todo diferente.
En uno de estos testimonios, unas denunciantes apaleadas habían afirmado que les obligaron a beber una pócima mágica. No era la primera vez que se cruzaban acusaciones de brujería en el conflicto de los Urtubia. Incluso algunas mujeres habían sido llevadas a la prisión de Burdeos por tal motivo. Sin embargo, Lancre dio una trascendencia extraordinaria a la anécdota de la pócima y la convirtió en el origen de la guerra banderiza.
Así, comenzó a investigar la brujería, con la ayuda de una joven vidente de 17 años llamada Morguy, que lograba identificar, gracias a la coloración de la piel, a los humanos que habían sido ungidos por el demonio, el stigma diaboli, la marca del diablo. Marca que las brujas llevaban en lugares "muy secretos". Gracias a este procedimiento, y en sólo 4 meses, Morguy y Lancre lograron desenmascarar a 3.000 brujos y brujas.
Su Descripción de la inconstancia de los malos ángeles y demonios es un trabajo cargado de intenciones. Dice, por ejemplo, que una asamblea de 12.000 personas se había reunido en la playa de Hendaia para celebrar un akelarre. La población de Hendaia entonces era la que habitaba en unos escasos caseríos. Lancre hizo de la mentira su Biblia y convenció a los parlamentarios de Burdeos de que el tema encomendado era bien grave. Y, por tanto. necesitaba de soluciones acordes.
En otro apartado, Lancre se refirió a que la abundancia de hechiceros y brujas en el País Vasco se debía a que las misiones católicas de las Indias y del Japón les había expulsado previamente de esas tierras y, por razones desconocidas, se habían refugiado en tierra vasca. Dijo, también, que "muchos ingleses, escoceses y otros viajeros que vienen a cargar vinos a esta ciudad nos han asegurado haber visto durante su viaje tropas de demonios en forma de hombres espantosos que pasan a Francia".
Así, el inquisidor, ante el temor de que los brujos se trasladaran a Francia y contaminaran su saludable tierra, tomó una decisión traumática: más de 60 personas detenidas fueron llevados a la hoguera. Algunas de las brujas eran niñas que aún no sabían qué era la vida. Y Francia quedó libre del peligro vasco. Cierto, aunque no lo parezca. ¡Qué poco cambian los tiempos!
Sólo el retorno de los marinos de Baiona, que volvían de la temporada del bacalao en Terranova, logró cortar la masacre. Los arrantzales se sublevaron y el Parlamento de Burdeos llamó a capítulo a Lancre, que abandonó precipitadamente Lapurdi. Y el inquisidor se retiró a escribir sus andanzas que serían publicadas tres años después.
Por encima de cualquier consideración, la edición del libro de Lancre va a servir para acceder al origen y a las fuentes de la intolerancia religiosa. Cerca de 400 años después, las razones esgrimidas por el llamado "azote de la brujería" pueden parecer un tanto peregrinas. No hay que olvidar, sin embargo, que sirvieron para mantener a numerosas generaciones en la ignorancia y la sumisión, a través del terror. Desde el siglo XIII en Europa y desde el XV en la Península ibérica, la Inquisición fue el principal argumento de la curia católica para expandir y mantener sus creencias. La Descripción de la inconstancia de los malos ángeles y demonios es, en esta línea, un testimonio estremecedor. El paradigma.
Françoise Broquerion. Texto publicado en la revista Letras e ideas (otoño 2004)
Harpidetu gure newsletter-ean
Nobedadeak, deskontuak, albisteak… jasotzeko
Contenidos relacionados
«Hasta el siglo XV las mujeres gozaron de una libertad que hoy nos parece asombrosa»
2018.04.26
Inkisizioa eta sorgin ehiza 'Euskal Herriko historia ilustratua'-ren hirugarren liburukian
2019.01. 8
Sorgiñas y brujas: represión y violencia contra las mujeres en la Euskal Herria medieval
2019.03. 4
Iruzkinak 0 iruzkin