Patxi Irurzun: «Soy de las pocas personas que no se enfadan cuando le dicen que es un cuentista»

La forma más natural de contar

Pese a haber destacado principalmente con sus novelas, Patxi Irurzun se considera sobre todo un escritor de cuentos: “Soy de las pocas personas que no se enfadan cuando le dicen que es un cuentista”, dice. Empezó escribiendo relatos, siendo muy joven, y nunca ha dejado de hacerlo, aunque en los últimos años ha publicado sobre todo novelas. No sabe definir qué es lo que le atrae de este género, pero afirma que el cuento puede ser muchas cosas: “Es lo que vemos si encendemos una cerilla en un cuarto oscuro, pero también puede ser el recuerdo que nos queda cuando esta se apaga, o su olor”.

Cree, además, que es la forma más natural de contar una historia: “Un chiste es un pequeño cuento; cada vez que le explicamos a alguien por qué hemos llegado tarde a una cita, con quién nos hemos encontrado en la calle, qué hicimos el fin de semana, estamos contando un cuento y utilizando los recursos y estructuras del género”. Añade que, para el escritor, desde el punto de vista práctico también es “más agradecido”, ya que no exige un esfuerzo tan continuado como una novela, pero advierte: hay que escribir muchos cuentos para que uno merezca la pena.

Hilo "patxiirurzuniano"

Pese a no ser su primera colección de relatos, en otras ocasiones ha reunido cuentos diferentes entre sí. “No tenían mucho que ver desde el punto de vista del estilo, la temática, la estructura; aparecían cuentos cómicos junto a otros más serios, agrupados sin otro criterio que la cronología”, explica. Esta vez, sin embargo, ha querido reunir relatos “que se llevaran bien entre sí”, y que tuvieran ese tono tragicómico, a veces algo gamberro —“gamberro con causa, con ese poso de literatura social”— predominante y reconocible en su literatura. “Patxirurzuniano, como me han dicho alguna vez”. Así, Once millones de ejemplares vendidos reúne cuentos de diferentes épocas, algunos inéditos, otros no, otros que han salido en ediciones de pequeña tirada o en prensa, pero todos ellos comparten un registro más o menos humorístico, o están protagonizados por personajes extraños, a la deriva, o abordan temas similares.

Panorámica del talento local

El recorrido profesional de Patxi Irurzun no deja lugar a dudas respecto a su talento como escritor; pero, además, en esta ocasión, su pluma viene arropada del trazo de varios dibujantes navarros, seleccionados por el propio autor, que han aportado su visión de los cuentos. Eso es, para el escritor, “todo un lujo y un honor”. “A algunos de los que participan en el libro, como Pedro Osés, Belatz o Beatriz Menéndez, ya los conocía; con otros como Oroz teníamos ganas de hacer algo juntos; hay autores como Liébana Goñi, Alicia Osés, Mikel Murillo o Andrea Ganuza a los que no conocía, pero de los cuales seguía su trabajo; están también Tasio y Exprai, con los que ha sido como un reencuentro; o Simónides, un histórico del cómic vasco del que soy superfan”.

Además de la satisfacción personal, cree que el libro puede ofrecer una panorámica de lo que se está haciendo en Navarra en el terreno de la ilustración y el cómic: “Son todos autores y autoras de primera línea, una especie de selección navarra de la ilustración”. Además de las ilustraciones, hay recetas de Edorta Lamo, Premio Euskadi de Gastronomía, que ha hecho realidad algunos de los pintxos “locos” que el autor ha inventado en un relato. “En resumen, creo que, con este libro, aparte de poder decir que he vendido millones de ejemplares, también voy a poder presumir de ser un escritor ilustrado”.