Georgina Orellano
1986, Morón (Argentina)
Trabajadora sexual desde los diecinueve años, se ha convertido en una de las referentes internacionales en la lucha por los derechos de las mujeres que ejercen prostitución. Hija de una familia de clase obrera de la localidad de Morón (Buenos Aires), pasó por diferentes experiencias laborales hasta que optó por el trabajo sexual de calle como oficio. Sus primeros contactos con activistas de AMMAR Sindicato de Trabajadorxs Sexuales en la Argentina, integrada como sección de la CTA (Central de Trabajadores y Trabajadoras de la Argentina), se dan en 2010 para confrontar el acoso por parte de un cliente en el barrio de Villa del Parque. Ese mismo año es elegida delegada de esa zona en la organización y comienza su militancia activa. Cuatro años después y de manera inesperada, durante los debates del Plenario Nacional de AMMAR en Buenos Aires, es propuesta como secretaria general, después de que se manifestaran numerosas críticas a la dirección de entonces. Elegida para el cargo en 2014, con veintisiete años, Georgina Orellano se convirtió a partir de ese momento en una de las voces más potentes y sólidas del feminismo proderechos a escala internacional.