Marino Ayerra Redín
1903 Lumbier (Nafarroa, Euskal Herria) - 1988 Buenos Aires (Argentina)
Fue Premio Ansoleaga de la ciudad de Pamplona al mejor estudiante. Gracias a sus méritos académicos lo premiaron con un viaje a Roma para hacer su Doctorado en Teología, que consiguió con honores. En 1928 fue ordenado sacerdote, posteriormente será coadjutor en San Adrián y Cáseda, profesor en el Seminario conciliar de Pamplona, coadjutor en la parroquia de San Nicolás de Pamplona y finalmente cura ecónomo en Alsasua entre 1936 y 1939, donde fue testigo de la represión que se abatió sobre la retaguardia Navarra durante la Guerra Civil. Al terminar la guerra, y en profundo desacuerdo con la actuación de la jerarquía eclesiástica, solicitó continuar su ministerio en Uruguay. Allí, en la ciudad de Salto, permaneció unos meses hasta que en 1940 solicitó la secularización y se trasladó a Argentina, donde murió tras haber trabajado como profesor y traductor.
Plasmó sus memorias en No me avergoncé del Evangelio.
“En la católica Pamplona no se mencionaba nunca a don Marino Ayerra nunca por su nombre, él era ‘el apóstata’ y así se le nombraba cuando ocasionalmente se hablaba de él” (Mikel Arizaleta, 'Rebelión').
Sariak
Premio Ansoleaga