Amaiur 1522 Los navarros que defendieron el reino

Pocos hechos históricos ocupan un lugar tan destacado en el ideario navarro como el de la defensa de Amaiur. En 1522, un puñado de legitimistas atrincherados tras los muros de este remoto castillo baztanés sucumbió heroicamente defendiendo aquella Navarra independiente. Para algunos, incluso, ellos fueron “los últimos navarros”.

Sin embargo, más allá del breve relato de las crónicas clásicas -repetido hasta la saciedad- los hechos concretos y su contextualización en la época no han sido bien conocidos. Al relato original de Remírez de Ávalos en 1534, un tanto confuso a pesar de la cercanía a los hechos con que escribía, se le fueron añadiendo en los siglos siguientes algunos detalles que reforzaban el carácter idealizado y romántico del hecho histórico.

Por otro lado, a finales del siglo XIX, en un momento en el que Navarra buscaba su identidad y surgían proyectos nacionales contrapuestos, la actitud de un grupo de navarros oponiéndose a la conquista española no podía sino suscitar controversia. La valoración de este hecho histórico se vio así rodeada de la polémica. ¿Cómo presentar a unos navarros que no eran españoles y que, como fue el caso de los bajo-navarro, nunca serían españoles? Sacados de su tiempo e introducidos en el nuestro, para unos fueron unos héroes de la resistencia al invasor español, para otros unos colaboracionistas con el enemigo francés.

Aunque parezca una paradoja, hoy conocemos mucho mejor los hechos que culminaron con la conquista y destrucción del pequeño castillo baztanés. Las nuevas fuentes documentales y las recientes excavaciones arqueológicas están sacando la gesta de Amaiur de las brumas de la leyenda para situarla en el campo de la Historia. Y eso es bueno. Cuando nos preparamos para conmemorar el V centenario de aquella gesta, necesitamos un relato de los hechos más completo, objetivo y fiel a lo ocurrido.