La delicada tarea de renovar la portada de dos clásicos | Esteban Montorio
Dice el tango que veinte años no es nada, pero para un libro que compite en las librerías buscando atraer la atención de su futuro lector, pueden ser demasiados. Así que acepté con gusto la propuesta de la editorial de actualizar las cubiertas de estos dos clásicos.
Cuando abordamos la reedición de un libro podemos caer en la fácil tentación de hacer una portada nueva y totalmente diferente, pero me parece más honrado que, siempre que sea posible, actuemos más como restauradores que como diseñadores y mantengamos lo sustancial para no engañar al lector y dejar claro que sigue siendo el mismo libro.
Si bien una portada no tiene que explicar el contenido del libro, sí creo que debería de ser lo más fiel posible a lo que su interior nos cuenta, así que para Los condenados de la tierra de Frantz Fanon, utilicé un fragmento del cuadro Un soir de grève / le drapeau rouge (Un atardecer de huelga / la bandera roja) pintado en 1893 por el pintor belga Eugène Laermans (1864-1940), que supo plasmar con un estilo muy personal a esa masa de hombres y mujeres que vagan anónimamente por la vida, que sufren y que están olvidados: trabajadores en huelga, manifestaciones de campesinos, inmigrantes, vagabundos…
Para Los dominados y el arte de la resistencia de James C. Scott, siguiendo el camino anterior, me basé en el conocidísimo cuadro Il Quarto Stato (El cuarto estado) pintado en 1901 por el italiano Giuseppe Pellizza (1868-1907).
El trabajo del diseñador debe de consistir más en quitar que en poner, así que en estas nuevas ediciones además de adaptarlas al nuevo diseño y tipografías de la colección a la que pertenecen (Gebara) he dado una mayor relevancia a las ilustraciones de la edición original. Espero que esta actualización ayude a lo más importante, difundir su contenido.
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