La insumisión en Navarra retratada por un fotero desobediente

En 2001 quedaba abolido oficialmente el servicio militar obligatorio en el Estado español, lo que popularmente se conocería como la mili. En Navarra, la oposición a participar en el Ejército viene de lejos, pero fue durante los años noventa del siglo pasado cuando este rechazo se vio avivado por una heterogénea y combativa generación de jóvenes. El mítico fotógrafo Joxe Lacalle también fue insumiso a su manera, décadas antes. Pero sobre todo fue el fotero que, con su lente, supo captar todos los colores de un movimiento aglutinador y emancipador, en el que a veces más cerca, a veces más lejos, coincidieron por un mismo fin objetores de conciencia, insumisos, organizadores del Inutil Eguna, antimilitaristas, desertores… Hombres y mujeres. Mujeres también, porque las hubo y este libro quiere visibilizar a todas aquellas que estuvieron, como uno más, en la primera línea del frente. Junto con familiares, amigos y amigas de quienes desafiaron al poder militar, político y judicial. Un prisma multicolor que reflejan a la perfección las fotografías en blanco y negro seleccionadas y recuperadas con mimo por Joxe Lacalle y los textos de muchos de sus protagonistas, que las acompañan. Y un recuerdo unánime que sobrevuela todo el libro: el de Unai Salanueva, insumiso que con 22 años decidió suicidarse, y que nos sigue recordando que la cárcel y la mili matan. Pero que la lucha popular puede ganarle la partida para la vida.

Algunos de mis compañeros reporteros me decían que siempre iba a las manifas insumisas y antimilitaristas coreando las reivindicaciones y cantando. Es verdad y me pasaba porque el movimiento insumiso de Nafarroa fue para mí como una casa. Fui insumiso a mi manera y por todo lo vivido junto a vosotros y vosotras me declaré insumiso de corazón.
Joxe Lacalle

Joxe nació antes de tiempo: era un antimili convencido, así que cuando emergió el movimiento antimilitarista la gozó de lo lindo. Es EL FOTÓGRAFO -con mayúsculas-, de la insumisión, es el gran angular que hizo que el movimiento llegara e implicara a tantas personas.
Ramón Ortiz Aretxaga

El autor

Joxe Lacalle Uharte (1951, Etxauri) dio sus primeros pasos en el bar Casa Lacalle que por aquel entonces llevaban su aita y su ama allá por el año 1965. En 1974 pasó a regentarlo junto a su compañera Marisa y allí nacieron sus cuatro hijos: Txemi, Olga, Gorka y Eneko. El bar fue siempre punto de encuentro y hervidero de las ansias de cambio social que se vivían en las postrimerías del franquismo. En el bar, gracias a Nicolás Ardanaz, nació y se desarrolló su afi­ción a la fotografía. Aprendió lo básico en un curso por correspon­dencia mientras trabajaba. Fue Nicolás quien le enseñó realmente ese arte que es –y que sobre todo era, cuando el revelado dependía del fotógrafo– mucho más que apuntar, en­focar y disparar. Sus primeros trabajos fueron para Foto Herce, allá por 1975. Eran tiempos du­ros y, aparte de las celebraciones, le tocó andar por las fiestas de los pueblos con un caballo y un toro de cartón. Ya en los años ochenta, trabajando en el bar, empezó a colaborar puntualmente con el diario Egin y luego pasó a formar par­te de la plantilla. Ahí, hasta que fue cerrado, realizó gran parte de su carrera como fotógrafo, aunque también ha colaborado con Euskaldunon Egunkaria, Argia... Ha sido testigo directo, durante décadas, de la voz de la calle, de todas las luchas y las denuncias que han realizado paisanas y paisanos. No pocas veces han acudido a él co­lectivos sociales a pedirle tal o cual fotogra­fía para hacer un cartel, una pegatina, ilustrar una revista... Siempre las ha cedido: puesto que sa­bía que la realidad que reflejaban sus fotos era la que queríamos cambiar entre todas y todos. Hace ya tres años publicó su primer libro, Memorias de Lacalle o, como él siempre dice, su quinto hijo.

Si te mandan una carta...

Fotografías: Joxe Lacalle.

Textos: Patricia Moreno Arraras, Jaxinto Gómez Viniegra, Toñin de la Cuesta, Jaime Iribarren, Asier Aranguren Urrotz, David Larrasoaña Echaide, Jaita, Tina Asensio, Dabid Ardanaz, Iñaki Lizarbe Aristu, Lander Garro, Idoia Loigorri, Xanti Kiroga, Argiñe Salanueva, Ramon Ortiz Aretxaga, Xabier Sánchez Goronaeta, Alfredo Alvaro Igoa, Juan Kruz Aldasoro Jauregi, Gaizka Aranguren Urrotz.

Soldaduskarekin amaitu genuen hamaika arrazoi geneuzkalako. Orain, ordea, argi dut, garaian ez bezala baina garai haiei esker eta, batez ere Kakitzat, KEM-MOC eta Ipar Euskal Herrian aritu ziren Militarren Aurka Intsumisioaren Aldeko (MAIA) erakundeei esker, gaurko euskal gizartea inoiz baino antimilitaristagoa dela. Hazia ereinda dago! Gaurko gazteak izan daitezela armadarik gabeko Euskal Herriaren biharko eraikitzaileak.
Asier Aranguren

Sí, las mujeres también éramos y somos INSUMISAS. No íbamos a la cárcel, pero también era nuestra lucha. Encuentro ridículo cuando alguien dice que nosotras no podíamos ser insumisas o que un hombre no puede ser feminista. Por supuesto sí que otorgábamos a los principales afectados el espacio para autodefinir y organizar la lucha. Nosotras estábamos en la retaguardia, siempre dispuestas a la lucha colectiva por la insumisión. Eso es lo mismo que se espera de nuestros compañeros en nuestra lucha por el feminismo.
Tina Asensio

Egunkaria zabaltzen duzu, ikusten duzu manifa bat, baina ez panoramika baten bidez, ez irudi “politikoa”, zeinaren helburua den tamaina erakustea, baizik eta argazki humanoa, barrukoa, xedea duena erakustea, detallearen bidez, zer izan zen han zegoen jendearentzat han egotea. Manifa “biziaraztea”, hitz batean esanda. Niretzat horixe da Lacalle. Kalea, jendea, gertutasuna. Bizitzaren eta gertakariaren lehen lerroa. Frontea.
​Lander Garro

Acompañábamos a los insumisos cuando hacían el plante, cuando los sacaban a juicio por quebrantar el 3º grado, en las protestas que se hacían ante el Gobierno Militar, en los cortes de carretera para hacer visible su situación. En la apertura del curso universitario. Tiramos el txupinazo alternativo en sanfermines, nos subimos al muro de la cárcel, cortamos la Vuelta ciclista. Se hizo una caravana insumisa por Europa para dar a conocer la situación de los encarcelados…
Idoia Loigorri, AFOINA

Irudi asko gureak dira. Kaskoan, erretinan nahi bada, gordeak ditugunak. Hitzaldia han. Manifestazioa hemen. Mozioak udaletan. Kartelak. Barraka. Funtzionarioekin aurreneko harremana. Ziegako atea lehenengoz zabaldu eta galeriara atera zinenekoa. Kristal atzeko lehen bisita. Espetxea. Presoak. Kartzela. Droga. Heriotza. Agindua. Nagusikeria. Zigorra. Sakabanaketa. Arrestorako etxea. Kartzela. Han izan ginen soldaduskarekin bukatzeko. Han jabetu ginen espetxeak apurtu, txikitu, lurrarekin berdindu beharko liratekeela.
Alfredo Alvaro Igoa