Eleanor Marx: biografía novelada de una mujer extraordinaria
Eleanor Marx fue una intelectual de vanguardia, defensora de las mujeres y de la causa proletaria en la Inglaterra de la segunda mitad del siglo XIX. Brillante y de una inteligencia y personalidad desbordante, pasó su infancia y juventud rodeada de personajes relevantes, gozó de una educación muy superior para lo que era habitual en la época y, entre viajes y amores, desafió muchas de las convenciones que la sociedad inglesa le había impuesto. María José Silveira realiza un recorrido intimista por su vida y obra a lo largo de las páginas de este libro, escrito desde la admiración y la ternura. Zaloa Basabe nos servía un aperitivo en este artículo publicado en la revista Letras e Ideas.
Eleanor Marx: hija de El Capital
Presentar a una persona, más si esta pasa a la historia por motivos propios, bajo el peso de su apellido, y a una mujer que, además, fue estandarte de la lucha por la emancipación femenina, a la sombra de su padre, puede parecer un ejercicio injusto, anacrónico, superfluo. No debería hacer falta. Su propia historia, su trayectoria, su aprendizaje y su obra deberían ser su única carta de presentación ante el paso del tiempo. Puede que así sea en la mayoría de los casos, donde la biografía no debe ir acompañada de un extracto del árbol genealógico o de una referencia casi constante a la estirpe.
Sin embargo, en el caso de la vida de Eleanor (y por extensión la obra, y su aportación política a la difusión del socialismo), esta aparece indeleblemente unida, más allá de la muerte de su padre, a Karl Marx. No solo porque fue su directa heredera intelectual, sino también porque la determinante personalidad del genial alemán fue, más que un punto de partida, un permanente reencuentro de Tussy (así era como llamaban a Eleanor) con los valores con los que convivió desde su infancia.
Eleanor Marx nació un día de invierno en 1855. El libro que presentamos, Eleanor Marx, hija de Karl, comienza 42 años después: el último año de su vida. Año de reflexión ante la precipitación de los acontecimientos sociales y políticos, de desilusión por el devenir de algunas corrientes del movimiento revolucionario europeo, de nostalgia por las personas ausentes, de melancolía por amores que no pudieron ser y de frustración por un futuro que nada tenía que ver con las ilusiones con las que había crecido.
La autora, Maria José Silveira, parte para la elaboración de esta cuidada biografía novelada del trabajo de investigación de la inglesa Ivonne Kapp, publicado bajo el título de Eleanor Marx, la vida familiar de Carlos Marx (1855-1883). Apoyándose en los datos allí expuestos, y recreando las emociones más íntimas de Eleanor a partir de su correspondencia privada, Silveira nos ofrece un cuadro detallado y entrañable de la vida de una mujer impresionante. Sensible y entusiasta, inteligente y de una profunda formación cultural.
Friedrich Engels y Karl Marx con Jenny, Eleanor y Laura Marx, en 1864.
Los lugares
Su vida, antes de la muerte de Karl Marx en 1883, transcurrió entre Londres (donde nació y residió durante gran parte de su juventud junto a su familia), París (hacia donde se trasladaron para seguir desde cerca los acontecimientos que rodearon la epopeya obrera que pasó a la historia bajo el nombre de La Comuna de París, en 1871), y los lugares de descanso donde padre e hija tuvieron que acudir en más de una ocasión debido a la delicada salud de ambos. De Londres recogió, además de su pasión por el teatro, y especialmente por Shakespeare, el té y las sobremesas prolongadas hasta una temprana cena, toda una tradición de lucha obrera, que la llevaría a ser de por vida una activista integral por la causa proletaria.
En París, Eleanor conoció a uno de los hombres que más marcarían su vida, el communard Lissagaray. Allí aprendió que muchas veces el valor y el coraje no son suficientes para ganar todas las batallas. El tiempo le llevaría a constatar esta misma aseveración en sus propias carnes.
En los lugares de descanso compartidos con Marx, padre e hija mantuvieron las largas conversaciones que condicionarían la vida de Tussy hasta en los aspectos más impredecibles. Tanto que, en una ocasión, Karl Marx al hablar de sus hijas llegó a afirmar que Jenny era la más parecida a él, mientras que Eleanor era él mismo.
La relación entre estos dos seres de enorme talento fue como las eternas partidas de ajedrez que disputaban: mezcla de respeto, admiración, pero también incertidumbre ante el próximo movimiento, a veces incomprensión... pero sin llegar nunca al reproche.
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Los personajes
Karl Marx. Eleanor le describió en la carta que redactó tras su muerte, como un "hombre" y, aunque sobre todo fuera eso, fue mucho más para la historia, para el devenir revolucionario, para la clase trabajadora de su época y posteriores...y para su hija. Fue su maestro (Eleanor asumió a su muerte la responsabilidad de gestionar y divulgar su obra) y su padre (cuya tozudez en ocasiones les llevó a duros enfrentamientos).
Frederic Engels. Mucho más que el camarada inseparable de su padre, fue también el benefactor de la familia Marx y casi tutor de las hijas a la muerte de sus progenitores. Engels constituyó el apoyo permanente de Eleanor, y la cuerda que mantuvo siempre unida a la hija y. a la socialista con su pasado y con su formación.
Prosper Olivier Lissagaray. El periodista de ascendientes vascos del que se enamoró y con el que mantuvo una relación semiclandestina (por la abierta desaprobación de Karl Marx) durante casi una década. Eleanor tradujo su obra Historia de la Comuna de París de 1871 al inglés, contribuyendo de esta forma al conocimiento internacional de este movimiento crucial en la lucha de la clase obrera en Europa.
Edwar Aveling. Personaje controvertido con el que convivió durante los últimos años de su vida, pese a negarse a contraer matrimonio con él (desafiando así abiertamente a las convenciones conservadoras victorianas). Junto a Aveling recorrió numerosas ciudades de Estados Unidos divulgando los principios del socialismo. Fue en Chicago, en 1886, en un mitin frente a la multitud congregada, cuando Eleanor Marx manifestó: “Vamos a lanzar tres bombas a las masas: inquietud, educación y organización".
Todos estos fragmentos, cartas y recuerdos son las pinceladas que se trasladan desde la vida real de la propia Eleanor Marx a la paleta narrativa de Maria José Silveira, que dibuja desde el respeto y la complicidad una biografía novelada que nos muestra la parte menos escrita de la historia: la que nos vuelve más cercanos los acontecimientos trascendentales, los lugares más recónditos y los nombres muertos.
Zaloa Basabe. Revista Letras e Ideas (primavera 2006)
La Comuna de París
Desde sus paraderos, Joseba Sarrionandia nos había recomendado una vieja edición de La Comuna de París. Lissagaray, natural de Auch, la antigua Iliberri vascona, fue editor de periódicos de oposición, protagonista y miliciano de la Comuna. Sus textos fueron corregidos y traducidos al inglés por su compañera Eleanor Marx, hija de Karl, de la que editamos una bonita biografía escrita por María José Silveira. El libro de Lisssagaray estuvo años prohibido, antes de convertirse en uno de los clásicos por excelencia de la izquierda y de la emancipación obrera. «El París de los obreros de 1871, el París de la Comuna, será celebrado siempre como la avanzada de una nueva sociedad. La memoria de sus mártires vivirá, como en un santuario, en el gran corazón de la clase obrera», escribió Marx. «El hijo debe saber por qué derrotaron a su padre», recuerda Lissagaray a todo joven que se acerca, virgen, a la pelea de la emancipación.
Jose Mari Esparza. Extracto de Apología. Memorias de un editor rojo-separatista
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