La gran novela sobre la huelga que liberó Senegal
Ousmane Sembène murió en Senegal hace varios años, pero sigue siendo considerado el mejor cineasta del continente africano. Además de activo militante político, fue un gran novelista. Los trozos de madera de Dios es el mejor exponente. A pesar de que en francés se sigue reeditando año tras año, fue traducida al castellano por primera y última vez en Cuba hace 45 años y desde entonces permanecía descatalogada. Su edición fue un acto de solidaridad internacionalista y esta reedición pretende poner un vagón más a ese tren en marcha que es la ternura de los pueblos.
El 10 de octubre de 1947, los 20.000 ferroviarios de la línea Dakar (Senegal)-Bamako (Malí) se declararon en huelga. Un durísimo enfrentamiento, crisol de diferentes y variadas luchas -anticolonial, obrera, feminista…- que durará cinco meses y que marcará un punto de inflexión en las relaciones entre la población y la administración colonial. Y que, sobre todo, representará una terrible experiencia para los huelguistas y sus familias. ¿Podrá imponerse la solidaridad a la represión y el hambre, a la disensión, la traición y las dudas?
El África revolucionaria nos deja oír su grito rebelde través de las magistrales páginas de esta novela, bordadas por Sembène con la agilidad de un director de cine, describiendo cada escena con mesura, con justeza de tono, con trazos firmes, sin odio. Desbordando en cada página, en cada situación mostrada, un profundo humanismo revolucionario.
Una novela sobre la huelga de los trabajadores del ferrocarril Dakar-Níger a finales de los años cuarenta: relato con múltiples personajes que la crítica comparó a Germinal, de Zola.
Miguel Bayón, El País
Clama por ser llevada al cine.
Rogelio Martínez Furé
Una de las grandes claves de este libro, y de ahí la profusión de personajes femeninos, es la solidaridad entre mujeres, que no deja de ser una solidaridad entre ellas y sus hijos, sus familias, su sociedad. Crucial no solo respecto a su propia lucha y el futuro al que aspiran como sociedad, sino también respecto al triunfo de la lucha obrera.
Cristina Lizarbe Ruiz
Ousmane Sembène, el gran director de cine africano
(Ziguinchor, Senegal, 1 de enero de 1923 - Dakar, Senegal, 9 de junio de 2007). Es uno de los grandes cineastas del continente africano, formado en los soviéticos estudios Gorki. De origen humilde, hijo de pescadores, fue mecánico, albañil y tirador senegalés durante la Segunda Guerra Mundial, así como estibador en Marsella a partir de 1949. Un año después se afiliaría al Partido Comunista Francés, hasta 1960, año en que Senegal se independizaría de Francia. Autodidacta, debutó en la literatura en 1956 con Le docker noir, destacando, entre sus obras posteriores, Xala, Voltaicas y Los trozos de madera de Dios. En 1963 dirigió su primera película, Borom Sarret, a la que siguieron 14 más. En 1969 fundó la Federación PanAfricana de Cineastas para defender los derechos del colectivo y promover el cine africano. Sembène denunció el nepotismo y la corrupción en sus escritos y películas y fue censurado por las críticas a la oligarquía local o su denuncia del racismo metropolitano.
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