¿Qué fueron los Pactos de la Moncloa?

Los Pactos de la Moncloa

Pacto social del Estado español que permitió adecuar las estructuras franquistas a la nueva etapa política, firmados, en su vertiente económica, el 25 de octubre de 1977. Los Pactos de la Moncloa contaron con la iniciativa de Adolfo Suárez, presidente del Gobierno español, y Santiago Carrillo, entonces secretario general del PCE, a la que se sumaron, sin condiciones, PNV y PSOE. Los Pactos de la Moncloa fueron firmados exclusivamente por partidos políticos. A través de esta concertación todo el franquismo al unísono, desde sus hombres más significados hasta sus aparatos policiales, se integraba de pleno derecho en el régimen democrático con una impunidad garantizada. Pero también, a través de los pactos, el Gobierno intentó mejorar, o al menos recuperar, parte de la economía española que se encontraba en una situación límite debido al bajo nivel de divisas, la creciente deuda externa y la galopante escalada del índice de precios al consumo con un 30 % de tasa anual.

Esta confirmación del franquismo permitió a los sectores más reaccionarios del régimen, que habían permanecido expectantes en los meses anteriores, tomar iniciativas de mayor calado. De los Pactos de la Moncloa surgió también la configuración del mapa autonómico de España que, en Hego Euskal Herria, tuvo como eje a Nafarroa y su españolidad. La segunda, y más inmediata, estuvo en la escalada de atentados parapoliciales, firmados esta vez, en su mayoría, como Triple A. Los Pactos de la Moncloa, a pesar de contar con el apoyo de los partidos que habían recibido un respaldo electoral mayoritario, fueron tan contestados en Hego Euskal Herria que el Gobierno central, dividido en cuanto al papel que el PNV pudiera jugar como aval para su proyecto, decidió contemporizar, marginando al conjunto de las fuerzas nacionalistas vascas en el diseño posterior de Estado, es decir, de la Constitución. De esta surgiría el Estatuto de Autonomía para las Vascongadas (1979), el Estatuto del Trabajador (1980) y la Ley de Amejoramiento Foral de Navarra (1982).

La presencia de los Pactos de la Moncloa se hizo evidente en la evolución de los dos grandes partidos clásicos de la izquierda española, el PSOE y el PCE. El primero descolgó de su definición el término marxista a instancias de su secretario general, Felipe González, cuando había sido precisamente él mismo en el congreso de Suresnes en 1974, quien había hecho hincapié en su fortalecimiento. Similar adecuación escenificó el PCE, que borró de su capital teórico la palabra leninismo. Estas circunstancias hicieron posible que Jordi Solé Tura, por los comunistas, y Gregorio Peces-Barba del PSOE, estuvieran presentes en la Comisión Mixta que redactó el texto constitucional español que sería sometido a referéndum el 6 de diciembre de 1978. El PSOE, que tuvo la oportunidad de tener otro delegado en esta comisión, cedió la plaza a Miquel Roca, del grupo catalán. El PNV, así como Euskadiko Ezkerra, quedaron fuera de la confección del proyecto.